“Las gallinas son verdaderas biorecicladoras. Podemos tener un aparato para compostar o una gallina”, explicó Francisco Ferreira en nombre de Zero.
Ferreira no ve extravagante la propuesta porque, explica a Efe, “hubo municipios en Bélgica que ofrecieron una gallina a quien tuviese un pequeño terreno” para reciclar y en esos casos “se constató el éxito”.
Asimismo, confió en que el animal, que Zero regaló este viernes a la oficina del ministro de Ambiente de Portugal, logre concienciar a todo el Gobierno, liderado por el socialista António Costa. “Creemos que puede tener un gran impacto, por eso enviamos”, aseguró.
En un comunicado, Zero recordó que el 37% del total de residuos que genera un portugués por día son orgánicos y tienen como origen las viviendas, donde se pueden reciclar si se conjugan “distribución maciza de sistemas de compostaje domésticos, compostaje comunitario y animales biorecicladores”.
La gallina del Gobierno, bautizada como “Balbina”, se suma a tres sistemas de compostaje domésticos que también se enviaron al Gabinete, al que se pretende alertar “para que el problema de la obligatoriedad de la recogida de orgánicos sea desde ya debidamente ponderado y para sensibilizar sobre la necesidad de invertir”.
Según Zero, junto al compostaje doméstico las gallinas serían una solución especialmente útil en Portugal, donde el 55% de la población vive en casas, donde es más fácil criarlas que en apartamentos.
“Tenemos ahí por lo tanto una oportunidad que debe ser aprovechada e incentivada por el Gobierno”, subrayó Ferreiro.
Además, su uso para reciclaje orgánico contribuiría a paliar el peligro de extinción que afrontan hasta cuatro razas de estas aves: Amarela, Pedrês Portuguesa, Preta Lusitânica y Branca.