A través de la Resolución N° 38, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) aprobó el Plan Nacional de Caza Deportiva, abriendo la posibilidad de incluir mamíferos en esta práctica, cuando antes solo se limitada a las palomas.
El Club de Observadores de la Naturaleza (CON) pronunció su preocupación al respecto. Menciona que el documento tiene demasiadas lagunas que permiten interpretar libremente su alcance. Además, el Mades no tiene la cantidad de funcionarios y otros recursos para controlar que la caza “no se vaya de las manos”.
“Es un problema en Paraguay porque de por sí las especies tienen demasiada presión de amenazas en cuanto a cambio de uso de suelo, la deforestación, la cacería furtiva y si a eso le sumás la cacería deportiva, yo creo que sería más presión sobre el medioambiente y llevaría a ciertas especies a la extinción”, dijo la vicepresidenta de la organización, Gabriela Löwen, a Última Hora.
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Considera que el plan se hizo de forma muy apresurada y sin consulta. Advierte que corren peligro el yaguareté, puma y otros mamíferos, porque ni siquiera aclara cuáles son las especies permitidas, con el agravante de que el Mades tiene una lista muy desactualizada sobre las especies amenazadas en Paraguay.
Lo que dice el plan de caza deportiva
Anteriormente, el Mades contaba solo con autorizaciones de caza de palomas, pero ahora hay todo un plan de caza deportiva.
La resolución establece que anualmente se publicará una lista de especies permitidas y restringidas para esta práctica. Para la caza se determinará un cupo de hasta el 10%.
Se instalará una mesa técnica consultiva, conformada por el director de Vida Silvestre del Mades y el representante de la Asociación de Cazadores Deportivos de Paraguay, pero no aparecen otras organizaciones conservacionistas del medioambiente.
Los cazadores extranjeros podrán llevar como “trofeo de caza” los animales sacrificados, luego de cumplir con las documentaciones correspondientes.
Se prohíbe la comercialización, así como el desalojo de animales de su refugio mediante incendios, explosiones, inundaciones, así como el uso de trampas y sustancias químicas.