Desde hace una década también se cuenta con parte del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo.
Aun así el presupuesto no alcanza, no olvidemos las manifestaciones de estudiantes y docentes que constantemente reclaman la falta de recursos para el sistema educativo. Sus demandas cobran todavía más fuerza al comprender que 460.000 niñas, niños y adolescentes se encuentran fuera del sistema educativo nacional, en un escenario en que no se están discutiendo las estrategias de revinculación, según advirtió la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia, pero además cerca de 38 de cada 100 niñas, niños y adolescentes viven en situación de pobreza, de ahí la pertinencia de dar en las escuelas al menos un alimento por día.
Sin embargo, los legisladores se toman el tiempo de discutir sobre la interrupción de la donación de la Unión Europea como apoyo presupuestario para el Ministerio de Educación y Ciencias. El último trámite se dio la semana pasada cuando el Senado rechazó su derogación y devolvió a la Cámara de Diputados, donde se deberá ratificar o archivar el documento. Lo más vergonzoso fue el nivel de debate que se dio en el Congreso, donde algunos senadores insistieron con la campaña de desinformación y confusión. Por ejemplo, los patriaqueridistas, así como parte del Partido Colorado y Liberal argumentan falsamente que la Unión Europea incide en el Plan Nacional de Transformación Educativa, un documento que también rechazan los parlamentarios conservadores que le atribuyen ideas que van en contra de “la moral y costumbres de los paraguayos”.
La mayoría de los senadores que se pronunciaron en contra o que quieren interrumpir la donación se declaran provida y profamilia, entre ellos están algunos padres de familia que tuvieron que ser demandados para asumir su paternidad y otorgar la correspondiente pensión alimentaria a sus hijos. En la lista está Fidel Zavala, quien pidió escuchar la preocupación de los padres que piensan que la Unión Europea quiere corromper a los estudiantes. El senador de Patria Querida dijo estar “a favor de los padres”, pero hace solo 2 años a él lo tuvieron que demandar para reconocer a un hijo suyo.
Otro legislador que tomó la palabra, pero que no se animó a hablar de la familia es el liberal Blas Llano, a quien también tuvieron que llevar a los estrados judiciales para que reconozca a su hija. Quien no se animó a hablar es el senador Enrique Salyn Buzarquis, pero votó por la derogación del convenio internacional que otorga una cooperación de casi USD 90 millones no reembolsables y sin condicionamientos. Él también enfrentó una demanda por pensión alimentaria.
En resumen. Estos parlamentarios no quisieron asumir su responsabilidad como padres y fueron forzados por el sistema judicial a hacerlo. Esta es la calidad de legisladores que intentan interrumpir la cooperación extranjera para kits escolares, alimentación, textos educativos e infraestructura.
Pero nadie alcanza al senador cartista Enrique Riera. En el 2020, él había suscrito el convenio y había celebrado el acuerdo con la Unión Europea cuando se desempeñaba como ministro de Educación, recién el año pasado en un contexto de campaña electoral empezó a operar en contra de esta donación solamente para desprestigiar al Gobierno actual que ejecuta esos recursos y que no cedió para apoyar al cartismo. Mucho había insistido al Senado en hacer efectiva la derogación antes de las elecciones generales del 30 de abril, pero su tratamiento se dilató y se discutió ya después de los comicios. Es así que luego de que su movimiento resultara victorioso y que su nombre sonara nuevamente como posible ministro de Educación, llamativamente Riera se ausentó en el momento del debate y ni siquiera votó por la propuesta por la que tanto trabajó. Quiso evitar quedar con el camaleón que es.