Pasadas las 10:00, una caravana encabezada por dos carrozas fúnebres llegó hasta el portón número 7 de la Recoleta, donde un centenar de personas, entre artistas, músicos, directores de cine y teatro esperaba la llegada del cuerpo de Ana para darle el último adiós.
El tenor José Mongelós interpretó Alma vibrante y se escucharon algunas palabras del escritor Moncho Azuaga. Aplausos y gritos como “Viva Ana” se escucharon en la despedida.
Más allá del sol. La madre de Ana, muy emocionada, comentó que “uno cosecha lo que siembra” ya que pudo sentir el amor y respeto que le devolvieron a su hija en este momento.
El féretro de la actriz de Las Herederas fue escoltado por sus grandes amigos, entre ellos, su maquillista y amigo desde hace 13 años, Augusto Santiviago, quien comentó a Última Hora que son muchas las anécdotas que quedan con Ana y que el verdadero desafío luego de su partida es “aprender a vivir sin ella”.
“Ana era una persona muy especial, una amiga que cultivaba sus amistades, te daba todo lo que tenía para uno. Ella me enseñó lo que es el cuidado, aparte de ser una profesional excelente, una maestra y una gran hermana. Va a ser muy difícil acostumbrarse a estar sin ella”, expresó.
Asimismo, la actriz Ana Brun, su compañera en la multipremiada película de Marcelo Martinessi, la recordó como “un torbellino, una mujer de armas tomar, que vivió a pleno su vida”.