Solo unos pocos afines al abdismo y el liberal Juan Bartolomé Ramírez intentaron evitar que el ex senador vaya al banquillo de acusados.
Ya se aprobaron las preguntas que debe responder Petta, pero aún falta definir la fecha para la convocatoria a sesión extraordinaria.
Stephan Rasmussen, de Patria Querida, consideró que la interpelación es lo menos que se puede hacer en este momento desde el Senado.
“Lastimosamente, nuestra educación está en crisis, no solamente por la pandemia sino antes”, refirió.
Sostuvo que el ministro debe dar respuestas ante tantas preguntas de la ciudadanía sobre el manejo de la pandemia y la crisis actual, el año escolar en curso, las mesas de diálogo y las clases virtuales.
Considera que también debe explicar sus desafortunadas expresiones condicionando el kit de alimentos a la entrega de las tareas escolares.
Otros tres ex ministros de Educación, hoy senadores, también se volcaron a favor de la interpelación: La abdista Blanca Ovelar, el ex cartista Enrique Riera y el liberal independiente, Víctor Ríos.
En su intervención, Riera dice que más allá de las críticas Petta siempre mantuvo las puertas cerradas.
Mencionó que le había pedido dos comisionamientos de funcionarios y que la respuesta del ministro fue la destitución de ambos.
Blanca Ovelar refirió que Petta no tiene apertura y que se ofende mucho cuando se le hace reclamos como si fuese una guerra.
La senadora mantiene un impasse con el ministro luego de que su hermana Nancy Ovelar haya sido destituida.
Víctor Ríos lamentó que la figura de la interpelación no da mucho margen para que el Congreso pueda incidir en la política del Ejecutivo.
Desirée Masi, como médica, sugirió que los chicos ya no vuelvan a las clases en todos los niveles educativos.
Planteó que vayan al Senado todos los ministros. Señaló que la corrupción es innegociable, pero que el resto se debe tratar de arreglar. A la hora de votar, se abstuvo.
pérdida de tiempo. Ancho Ramírez anunció su oposición a la interpelación porque a su criterio es una pérdida de tiempo. Sugirió más bien enfocarse en los USD 1.600 millones de la Ley de Emergencia. “Iban a chorrear casi USD 400 millones y nosotros vamos a interpelar al ministro de Educación”, cuestionó.
El abdista Enrique Bacchetta propuso que se lo convoque como a otros ministros las veces que sea para las consultas, pero no tuvo eco.
Unos cuantos colorados abdistas y un liberal se opusieron a que el ministro de Educación vaya al banquillo de acusados, pero 32 inclinaron la balanza. Ya están las preguntas y solo falta fijar una fecha.