Las calles céntricas de la capital se convirtieron desde hace tres semanas en el epicentro de las movilizaciones de cooperativistas y campesinos, lo que obligó a las fuerzas de seguridad a realizar operativos para garantizar el orden.
El escenario de este viernes no es distinto al de los últimos días. Cascos azules, la montada, efectivos policiales, militares y agentes de tránsito resaltan en las calles ante el avance de los protagonistas principales: los campesinos.
Los pequeños productores intentaron llegar hasta la sede de la Vicepresidencia de la República, pero su marcha fue detenida en la esquina de la calle 15 de Agosto, 100 metros antes de llegar a O’Leary, donde se encuentra la institución.
Una respuesta rápida a su contrapropuesta es la exigencia de los manifestantes tras reunirse en la víspera con el vicepresidente de la República, Juan Afara.
Los dirigentes campesinos cedieron y ya no exigen la condonación, sino que piden la refinanciación de sus deudas con intereses más bajos. El equipo técnico del Poder Ejecutivo debe responder a los planteamientos para llegar a un acuerdo.
El sector muestra mayor apertura y negocian pagar sus deudas a 6% de interés y con 4 años de gracia. Esa fue su propuesta durante la reunión mantenida con el vicepresidente de la República, Juan Afara. Desde el Ejecutivo habían ofertado 10% de interés y 2 años de gracia.
Son 22 días de resistencia por parte de los campesinos que acampan en la Plaza de Armas, frente a la sede del Congreso Nacional. Muchos de ellos, incluso, duermen en el piso a la espera de una nueva jornada de marcha.
Las negociaciones con el Ejecutivo parecen estar avanzadas luego de unas tres reuniones entre representantes del Gobierno y los labriegos. El equipo técnico debe dar su dictamen sobre la propuesta del sector.