A raíz del pedido al Gobierno que había realizado el sector sojero, de abrir una oficina comercial en Shanghái (China) o buscar algún país intermediario y conseguir mejores precios por sus materias primas alimentarias, la respuesta recibida a principios de este mes fue que se estudian posibilidades de acercamiento al gigante asiático.
Esa fue la respuesta brindada por el ministro de Agricultura, Denis Lichi, a referentes de la Coordinadora Agrícola de Itapúa (CAI); mientras que también la Unión de Gremios de la Producción y la Asociación Rural del Paraguay (ARP) se mostraron deseosos de encontrar un camino que les lleve más directamente a ese mercado, sin la presencia de intermediarios.
Al respecto, Última Hora consultó con el economista Fernando Masi, director del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), quien manifestó que las perspectivas de relacionamiento a nivel diplomático dependen exclusivamente de ambos gobiernos. “Hasta ahora, se sabe muy bien que Paraguay ha decidido seguir relaciones diplomáticas con Taiwán; no tengo ningún viso o señal de que podría cambiar”, sostuvo.
Según se maneja, el objetivo de Paraguay es abrir el mercado chino a sus empresarios sin verse obligado a renunciar a su relación diplomática con Taiwán, al que China considera una provincia rebelde, y que tiene a nuestro país como el único aliado suramericano en la región.
Las voces que desde los diferentes sectores productivos solicitan al Gobierno ese acercamiento se acrecentaron en los últimos meses, como una alternativa a la desaceleración de la economía local que, según la previsión de abril del Banco Central del Paraguay (BCP), se expandirá un 3,2% al final de este año.
En el caso de la soja, la apertura a China permitiría a los productores paraguayos reducir su dependencia de la cotización del grano en el mercado de Chicago, donde en un año ha perdido cerca de un 20% de su valor, después de que las autoridades chinas aplicaran un arancel del 25% a la soja estadounidense en el marco del conflicto comercial entre ambas potencias mundiales.
La caída de precios coincidió este año con una fuerte caída en la producción, por las inclemencias climáticas.
Pero a pesar de no haber relaciones diplomáticas con China Continental, de todas formas, Masi dijo conocer una empresa de origen chino, que desarrolla el 16% del acopio de soja y granos a nivel local, y que lleva la materia prima de Paraguay a la Argentina, para convertirla en aceite. De este último país parte rumbo al gigante asiático el producto procesado.
“Toda negociación tiene sus originalidades; si no tengo relación diplomática no significa que no pueda hacer negociaciones o bien conversar”, especificó, al tiempo de indicar que también China paga un plus por la soja paraguaya que tiene mayor valor proteico, que seguramente es un beneficio mejor de lo que se recibe por medio de la cotización en Chicago.
También hizo alusión a los productos chinos que ingresan al país, que van más allá del comercio de frontera, porque hay además insumos y bienes de capital para la producción local.