Varios analistas políticos coincidieron ayer en señalar que existe un hartazgo ciudadano hacia la clase política, en especial del presidente Mario Abdo Benítez, pero también reconocieron que el cartismo observa con prudencia la posibilidad de un juicio político a las cabezas del Ejecutivo.
Marcello Lachi, Milda Rivarola, Mario Paz Castaing y Alfredo Boccia Paz reflexionaron en el programa La Lupa (Telefuturo) sobre la crisis que envuelve al país. Lachi afirmó que los únicos cambios políticos en el país se pueden dar en la calle, cuando se manifiesta la gente. Insistió en que ninguna autoridad reacciona hasta que no hay manifestaciones en la calle. “La gente no tiene alternativa”, expresó.
Recalcó que el Gobierno de Mario Abdo es incapaz de resolver los problemas, no tiene visión ni gestión, y probablemente lo tendremos hasta el 2023 porque no hay números en el Parlamento para la destitución de Abdo.
“Hay que llamar a Horacio Cartes para saber si habrá juicio político. Una sola persona va a decidir lo que va a pasar en los próximos días (...). No es muy positivo desde el punto de vista de la democracia, pero esa es la situación”, indicó Marcello Lachi.
Torpeza
Por su parte, Rivarola afirmó que Abdo, al sacar a Julio Mazzoleni de Salud en un momento como este, cometió “una torpeza a nivel de política de Estado espantosa” solamente por salvarse a sí mismo. Dijo que hasta ahora ve a los cartistas muy prudentes, como esperando abrir el campo negociación y seguir ganando espacios dentro del Gobierno antes echar a Marito.
A su turno, Mario Paz Castaing contó que la ciudadanía manifiesta su descontento y malhumor por la incompetencia del Gobierno pero aclaró que una doble acefalía dejaría al país de vuelta aislado, y en medio de esta pandemia eso sería catastrófico. No obstante, admitió que hay una tensión social que no va a disminuir “así fácilmente con dos o tres cambios nomás”.
A su vez, Alfredo Boccia aseveró que “la única salida a mediano plazo son las vacunas y justo nos toca el Gobierno más inútil del continente, el más remolón, el que menos previó alternativas”. Opinó que desde el punto de vista sanitario el Gobierno es casi tan débil como desde el punto de vista político. Confesó que por ahora se está eligiendo el mal menor con la continuidad de Mario Abdo.