El Gobierno paraguayo debe priorizar el desarrollo de modelos como el empleado con el sector maquila, a fin de avanzar hacia la tan preciada industrialización de la economía; para ello, necesita aliarse con Brasil. En ese sentido, el cierre del acuerdo automotor con el vecino país se torna fundamental, y es mejor dejar de lado el mercado de vehículos usados importados desde Chile, para construir una industria automotriz regional que incorpore las ventajas que cada miembro del Mercosur pueda aportar y se eleve así la competitividad frente a otros bloques comerciales.
Estas reflexiones fueron compartidas por los directivos de la fundación Desarrollo en Democracia (Dende), Alberto Acosta Garbarino y César Barreto. Coinciden en que la producción bajo el régimen de maquila, si bien es aún incipiente, ha demostrado a lo largo de los años su potencial competitivo, su capacidad de generación de empleo y atracción de inversión extranjera, al convertirse en uno de los pocos sectores que enfrenta con resultados positivos al actual escenario de retracción de la actividad económica.
Acosta Garbarino reconoció que los problemas con Brasil, alrededor del acuerdo automotor, existen desde hace dos años y no se ha hallado una solución, a pesar de su importancia y urgencia. “Dejamos pasar, y hoy ya nos aplican el arancel (de 16% a las industrias de autopartes, que previamente estaba en 0%). Hay que negociar lo más rápido, y al más alto nivel posible, una prórroga, y que podamos en ese tiempo intentar llegar a un acuerdo sobre este punto con Brasil”, recalcó.
”Este tema puede afectar mucho a un sector (de autopartes) que por un lado emplea a mucha gente y es como un símbolo, ha venido mucha gente de afuera a invertir basado en este acceso al mercado brasileño, que es fundamental para el desarrollo industrial de Paraguay”, añadió Acosta Garbarino.
Respecto a la exigencia de dejar de importar autos usados (un mercado que cobró fuerza en los últimos años mediante la introducción de rodados que llegan en su mayoría desde Japón, vía Chile), se pronunció a favor de que el Gobierno paraguayo acceda, ya que además, estará velando por una mayor seguridad en el parque automotor. Recordó que estos vehículos, conocidos popularmente como chileré, en un 70% tienen más de diez años de antigüedad, con riesgos de seguridad, generan polución ambiental y han colapsado a las ciudades. “Paraguay no debería dudar mucho, no puede poner en riesgo su industrialización por este tema. Lo que puede pedir es un plazo, para que este proceso se haga gradualmente, debido a que afecta a unos sectores y ciertos consumidores finales. Es parte de una negociación”, recalcó.
César Barreto calificó como “muy restrictivo” para Paraguay al acuerdo automotor que plantea Brasil, no solamente por la limitación a la importación de autos usados, sino por otros requerimientos más fuertes. Entre ellos, mencionó a los relacionados con la exigencia de que un producto elaborado en Paraguay tenga un contenido regional imposible aún de alcanzar, al tratarse de una industria todavía naciente. “Si se ponen restricciones muy fuertes, lo único que va a hacer, es eliminar la industria automotriz que hemos desarrollado en estos años, eso no es aceptable para nuestro país”, aseveró.
Sugirió que este acuerdo se negocie de manera que los países de la región (Paraguay, Brasil y Argentina) puedan complementarse en una industria automotriz que sea más competitiva frente a otros bloques del mundo, a fin de aprovechar, por ejemplo, el reciente acuerdo firmado con la Unión Europea. “Hay que mirarlo desde una perspectiva más global, no tan puntual como la que se ha planteado hasta ahora”, señaló.
Consideró que el mercado de vehículos usados vía Chile es insostenible al ser “tan liberal”, ya que hasta el Poder Ejecutivo está limitado en su capacidad de establecer reglas, tras las decisiones adoptadas desde la Corte Suprema de Justicia. “Tenemos que mirar desde el punto de vista del desarrollo de lo que Paraguay necesita, para las próximas décadas. El sector automotriz es sumamente importante para generar empleo”, concluyó.
Desafíos para mayor crecimiento
En la charla “La economía y la política en el Paraguay de los próximos 4 años”, organizada por la Cámara de Comercio Paraguayo Israelí, se abordaron temas relacionados con las reformas que el país necesita para lograr un mayor potencial de crecimiento económico, que está entre 3,7% y 4%.
César Barreto mencionó la necesidad de avanzar en la reforma previsional, que permita incrementar el ahorro nacional, así como de profundizar las reformas en el Poder Judicial para que la seguridad jurídica genere más confianza de los inversionistas y aumenten las inversiones en infraestructura, desde el sector privado. “Necesitamos hacer la reforma educacional profunda, cambiando los niveles de aprendizaje de los jóvenes, y mejorar sustancialmente los servicios públicos”, sostuvo.