El diagnóstico fue mielomeningocele o espina bífida. Un estimativo de cinco casos al año de malformación fetal de la médula espinal del bebé se registra en el seguro social.
“Es una malformación frecuente, hasta ahora se hacía la cirugía después del nacimiento con secuelas en los miembros y puede llevar a hidrocefalia. Es una malformación congénita que se presenta como una tumoración a nivel del tubo neural, que afecta la columna vertebral”, explicó la doctora Dina Carreras, del Servicio de Neonatología.
Iris Milena nació prematura con 32 semanas y media, con la cicatriz posoperatoria, pesó poco más de dos kilos y midió 48 centímetros, comentó la doctora Carreras.
La bebé está internada en terapia intensiva, con asistencia respiratoria mecánica, porque los pulmones no están maduros. Está con hidratación parenteral, aún no se alimenta. “Queremos iniciar la alimentación”, dijo, porque Iris Milena aún no se alimenta.
La cirugía intrauterina evita que el bebé nazca con parálisis o hidrocefalia. En este caso aún no logran determinar las secuelas.
SEGUIMIENTO. “Vamos a ir viendo la evolución de la paciente, cómo se comporta poscirugía. Está evolucionando bien. Posteriormente, iríamos viendo qué se presenta de acuerdo con la evolución. Tenemos las mejores esperanzas de que evolucione bien, para eso se hizo la cirugía”.
Si hay una buena evolución, sin secuelas, el IPS impulsará la realización de más cirugías intrauterinas. “Hay muchos casos al año. Si tenemos una buena respuesta, lo ideal sería seguir practicando este tipo de cirugías”.