30 ene. 2025

ANDE invirtió solo 50% de su plan, pero funcionarios exigen beneficios

La ANDE previó invertir más de USD 1.000 millones en distribución en el período 2016-2020, pero la ejecución ronda los USD 500 millones. No obstante, sus empleados exigen bonificaciones.

El plan de inversiones 2016 - 2025 de la empresa pública detalla que, para el sector de distribución, la inversión total planificada es de USD 2.136 millones, de manera a garantizar la buena calidad del servicio. En el corto plazo (2016 - 2020), los recursos que se debían destinar a las obras estaban calculados en USD 1.096 millones. Sin embargo, el promedio de inversiones, en los últimos años fue de USD 50 millones anuales y recién en el 2019 la estatal logró inyectar USD 300 millones, según explicó Andrés Ramírez, director de Distribución.

Esta situación abre el debate sobre la calidad del gasto de la compañía, ya que está en discusión el acceso a los beneficios adicionales de sus funcionarios, tras el límite que fijó el decreto reglamentario del Presupuesto General de la Nación 2020. De acuerdo con los representantes del Sindicato de Trabajadores de la ANDE (Sitrande) el gasto en sueldos representa el 10% de todo el presupuesto anual de la estatal, por lo que la mayoría de los recursos van indefectiblemente a inversiones.

No obstante, según el Ministerio de Hacienda, la ANDE tiene un gran componente de inversiones, dentro de su presupuesto y cada año está obteniendo créditos importantes de organismos multilaterales, por lo que siempre el componente de los sueldos será mucho menor, en comparación con el dinero proyectado para obras.

Analistas económicos objetan que en la entidad eléctrica sus trabajadores cuentan con beneficios como doble aguinaldo, mayor costo de vida, gourmet card (ayuda alimenticia), subsidio vacacional y hasta descuento del 50% en el pago de la energía.

Sin embargo, los servicios prestados por la ANDE a los usuarios es muy precario en varia zonas urbanas y rurales. Esta precariedad se evidencia cada ves que se produce un temporal o en días de intenso calor cuando la demanda de energía se dispara y se producen los cortes del servicio.

ATRASOS. Ramírez explicó que el atraso en las inversiones muchas veces ocurre por las demoras de los mismos procesos, los cuales suelen tener protestas de los oferentes. Otro factor que incide son las reprogramaciones presupuestarias que se deben hacer, y así tanto la firma de contrato como la ejecución del mismo llevan sus meses. Añadió que muchas obras también requieren un plazo de tres años para poder ser finalizadas, como es el caso del cambio de los cables, de los conductores desnudos por protegidos, o instalación de transformadores.

Sin embargo, aseguró que justamente en el 2019 hubo un cambio relevante en la gestión de los procesos, puesto que se triplicaron las adjudicaciones para distribución y este año se estima que la transformación sea mayor.

“Para todas las gestiones de contratación de materiales ahora se están firmando los contratos, se hicieron en el segundo semestre del 2019. La mayoría de los contratos es para tres años. Anteriormente se destinaban USD 50 millones al año en distribución y el año pasado disparamos a USD 300 millones. Esta cifra no tenemos que bajar”, dijo.

Comentó que la inversión se trata de una situación compleja.

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Malestar por el acatamiento de Villordo
La ANDE fue la primera institución en acatar el decreto del Gobierno que limita el pago de las bonificaciones adicionales, informó Rodrigo Gómez, secretario adjunto del Sitrande; y desde el viernes pasado se congelaron todos los beneficios adicionales.
Los trabajadores están molestos con su presidente Luis Villordo, a quien están pidiendo su renuncia e incluso amenazaron con llevar las protestas hasta su domicilio.
Los funcionarios afirman que las inversiones nada tienen que ver con el pago de los beneficios ya que estos son derechos adquiridos y además provienen de recursos genuinos de la ANDE; mientras que para obras se obtienen créditos internacionales.