Las conversaciones entre las compañías eléctricas se reanudaron hace más de un mes, tras la crisis que generó la polémica acta bilateral suscripta entre las Cancillerías de Paraguay y Brasil por la contratación de potencia de Itaipú. Una nube de incertidumbre se posa sobre el sector energético, pues poco se sabe de los diálogos y así empiezan a aparecer las suspicacias. Esas mismas suspicacias que se tenían en febrero de este año, cuando ANDE y Eletrobras ingresaron al impasse, del cual aún no logran salir.
Se comprende que toda negociación requiere prudencia, cautela y táctica. También se entiende que este proceso no significa hacer perder a la otra parte, sino que ambas salgan beneficiadas o, dicho de otra manera, en igual nivel de disconformidad. Lo que no se puede permitir es que reaparezcan el silencio y la duda. Ese mismo silencio al que recurrió la Cancillería paraguaya en marzo de este año, cuando el conflicto fue llevado a su instancia; y que el ex embajador Hugo Saguier Caballero tildaba de estrategia. Sin embargo, meses después nos enterábamos del deplorable acuerdo que iba a repercutir directamente en el bolsillo del consumidor local, ya que el sobrecosto para la firma estatal rondaría los USD 300 millones.
Luis Villordo, actual presidente de la ANDE, aseguró que en los presentes diálogos costó ganar la confianza de las autoridades vecinas, debido a las filtraciones de conversaciones que se dieron en el pasado. Por tal motivo, prefiere no dar detalles sobre las posturas de ambas partes, aunque aseguró que nuestro país defenderá sus derechos. Más allá de eso, se vuelve casi imposible obtener informaciones sobre el estado de las negociaciones.
TRANSPARENCIA. Los mensajes de Pedro Ferreira, Hugo Velázquez, Mario Abdo Benítez, o del mismo Joselo Rodríguez, no pudieron dañar las relaciones con Brasil. La filtración de esos chats no fue una lanza perforante a la autoestima brasileña. El público paraguayo conoció de esta situación recién dos meses después de que ya se había firmado el pacto bilateral. Entonces, ¿qué desconfianza puede alegar Eletrobras? Si existiera alguna legítima desconfianza, es la del pueblo paraguayo para con sus representantes. Y es eso lo que deben entender los responsables de la ANDE. Su mejor aliado hoy es la comunicación, ya sea con la prensa o directamente con sus usuarios.
Estamos en un momento en que la presión y la necesidad reales las tiene Brasil. Paraguay se venía aferrado a la resolución 170/07 del Cadop, instrumento legal que claramente da preferencias a la ANDE en el acceso a la energía excedente de Itaipú (la más barata) hasta el 2023. Por ende, la empresa pública solo debería comunicar cuánta potencia garantizada y excedentes contratará. Si la nación vecina quiere desconocer esto, por algún motivo, es una cuestión suya. Si busca amedrentarnos con un supuesto cese de pagos en concepto de royaltíes y cesión de energía, nuevamente, es una cuestión suya.
Es por eso que la ANDE tiene que ser clara y contundente en sus comunicaciones, no jugar a las escondidas. Los paraguayos se levantaron cuando conocieron del nefasto acuerdo que impulsó Eletrobras en mayo. No dudarán en respaldar a sus autoridades cuando vean que defienden sus intereses, así como tampoco se callarán si resurge otro contubernio.
Y esto es solo el inicio. La negociación para contratación de Itaipú es apenas la garra del brazo de hierro que tiene Brasil en la diplomacia y que no dudará en utilizar en las negociaciones por la revisión del Anexo C del Tratado. Solo de Paraguay depende saber jugar la pulseada.