No debemos olvidar que en nuestro país no tenemos programas consistentes de sustitución ni de generación de energías alternativas como ocurre en el vecino país. Las fuentes eólicas y solares son tecnologías que van en franco avance en el mundo; nuestro socio apuesta a esas fuentes también. Según las informaciones de medios del Brasil señalan que el actual gobierno tiene un fuerte vínculo con China Continental para la celebración de alianzas estratégicas para el fortalecimiento de su patrimonio energético. Es más, en el sector eléctrico, la gigante empresa estatal china State Grid Corporation está construyendo líneas de largas distancias de transmisión de ultra alta tensión en el territorio brasileño. Esto lo traigo a consideración porque nuestra matriz energética país tiene límites de generación global; sin embargo, nuestra demanda interna de energía eléctrica principalmente va en aumento a un promedio de una tasa del 10%, es decir, que cualquier acuerdo con el vecino respecto a nuestro excedente energético es por tiempo finito y a mi entender de corto plazo, es un escenario que nuestras autoridades deben tener muy presente, fundamental es que en la actualidad se arranquen programas de ampliación de fuentes alternativas energéticas en nuestro territorio, es un proyecto que puede impulsarse con países aliados con expertise en este asunto.
Del análisis precedente, sostengo siempre la posibilidad de que la Itaipú sea un activo de apalancamiento de común acuerdo con nuestro socio condómino como garantía real para la implantación de un conjunto de obras de infraestructuras de servicios, como explotación comercial y retorno de capital mediante la comercialización del producto generado, sean estos megacarreteras, servicios ferroviarios de pasajeros y cargas, construcción de centrales hidroeléctricas, construcción de puentes internaciones, entre otros; por supuesto, todos sustentables y con calendarios de pagos de empréstitos, y, en su caso, con las utilidades estimadas, todo el esquema de inversiones será binacional y bajo la modalidad Itaipú Binacional, es apenas un sueño dorado compartido. Obviamente son megaproyectos que pueden concretarse mediante una gran articulación de gestión entre altas partes. Un requisito esencial será una visión futurista de los nuestros y convencimiento del socio condómino de las viabilidades empresariales.
La Itaipú Binacional ha demostrado ser un modelo de negocio de alto padrón, único en su género. La mente humana se lució con la conclusión de esta extraordinaria obra de ingeniería e ingenio, ya que con solo visitar las instalaciones de la central hidroeléctrica en Alto Paraná el visitante podrá maravillarse con la envergadura de las megaestructuras.
Apuesto por la ambición ética de dos países. Las herramientas están; solo aguarda a la coincidencia de voluntades de dos naciones.