“Para mí el referente eran los fans de María Callas, los que aman la ópera, no defraudarlos” confesó Jolie, de 49 años, ante los periodistas.
Con este papel de “diva assoluta”, Jolie vuelve a la gran pantalla después de varios años de relativa discreción.
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Larraín, por su parte, cumple un viejo sueño de apasionado de la ópera y completa un tríptico de mujeres de carácter.
Las actrices se lo agradecen: Natalie Portman encarnó bajo las órdenes de Larraín a Jackie Kennedy (Jackie) y fue nominada al Oscar en 2017; lo mismo le sucedió a Kristen Stewart por Spencer, el retrato de Lady Di estrenado en 2021.
“Casi no hay películas sobre las estrellas” de la ópera, declaró Larraín, que ganó el año pasado el premio al mejor guion en Venecia con El conde.
La gran voz de la ópera
María “la Diva” Callas, nacida en Nueva York en 1923 y fallecida a los 53 años en 1977 en su hogar en París, fue la gran voz femenina de la ópera en el siglo XX.
Callas fue también una estrella que supo aprovechar el cine y la televisión para propulsar una carrera meteórica, que interrumpió drásticamente en 1973, tras un atormentado idilio con el multimillonario griego Aristóteles Onassis.
Larraín se centra en la última semana de vida de “la Diva”, cuando Callas dudaba en volver a cantar, abusaba de los medicamentos y vivía atormentada por el pasado y su desgraciada aventura sentimental.
Jolie explicó que entrenó durante casi siete meses sus cuerdas vocales para honrar, en la medida de sus posibilidades, el mito Callas.
Pero la habilidad de Larraín consiste en dejar que la voz modesta de la actriz surja en los momentos dramáticos de la película, cuando Callas insiste, al borde de la humillación, en seguir entrenándose, aun sabiendo que su timbre la abandonó.
Cuando se trata de recrear la legendaria personalidad escénica de la cantante, esa voz se funde y resurge la original, con la que el mito Callas renace con toda su fuerza en la pantalla.
Larraín recrea minuciosamente esas veladas memorables de la historia de la ópera en Londres, Milán o París.
“Pablo es alguien que no hace las cosas a medias”, confesó Jolie con una sonrisa.
Una vulnerabilidad compartida
Alejada del cine y apegada a su numerosa familia, Jolie ha sido protagonista de titulares a causa de su sonado divorcio del actor Brad Pitt.
Precisamente, Pitt debe desembarcar en el Lido a finales de esta semana, para el estreno de una película junto a su amigo George Clooney.
“Cuando alcanzas cierto nivel de desesperación, de pena, de amor, en cierto momento solo algunos tipos de sonidos pueden encarnar esos sentimientos”, confesó la actriz.
“Hay muchas cosas que no diré en esta sala, y que ustedes probablemente ya conocen”, admitió. Con Callas “comparto esa vulnerabilidad ante todo”, añadió.
Dos actores italianos destacan en esta película, Pierfrancesco Favino y Alba Rohrwacher, como la pareja de sirvientes que permanecieron al lado de la cantante hasta su trágico final.
De carácter volcánico, Callas protagonizó grandes triunfos y algunas salidas intempestivas de los escenarios.
Su interpretación de Tosca en el Covent Garden londinense, rodada por Franco Zeffirelli en 1964, es un clásico de la ópera filmada.
Pocos años después, Callas abandonó las grandes producciones operísticas y se dedicó a dar recitales, hasta su retirada en 1973.
Zeffirelli rodó una biografía fílmica de su amiga en 2002, con Fanny Ardant en el rol protagonista.
Fuente: AFP.