Este internismo se avivó tras la sanción del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos al titular del Partido Colorado y al vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, quienes vienen siendo objetados desde hace meses por el gobierno de Joe Biden al ser calificados primeramente significativamente corruptos y con nexos con el narcotráfico.
Pese a la victoria que obtuvo Cartes y su delfín Santiago Peña en las internas de diciembre pasado, y cuando se apuntaba a una unidad de cara a las elecciones generales previstas para el 30 de abril, la sanción de los Estados Unidos cambió el escenario interno colorado, donde en las últimas semanas se preocuparon más en fortalecer la imagen del ex presidente de la República, con sendas muestras y comunicados de apoyo, paralizando por completo la campaña electoral nacional para posicionar la candidatura presidencial de Santiago Peña, pese a que quedan tan solo un poco más de dos meses para las elecciones nacionales.
PEÑA SE CORTA SOLO. Cartes se abocó así exclusivamente a recibir a las delegaciones de apoyo y no aparece más con Peña, mientras que el presidenciable, en un intento por desmarcarse de su mentor, en las últimas semanas cambió radicalmente su imagen, dedicándose a potenciar él solo su figura.
Justo en el momento en que Cartes recibía la sanción económica por parte de EEUU, Peña estaba de gira por ese país, donde fue recibido por algunas autoridades y disertó en las universidades.
Luego volvió al país y tras mantenerse discreto por unos días, volvió a viajar esta vez a Brasil, donde mantuvo algunas actividades.
En los últimos días, Peña y su entorno se dedican a publicitar un conversatorio que realizará como parte de la campaña donde hablará de empleo y emprendedurismo. Incluso en su afiche de campaña ya no aparece el eslogan inicial que decía “Vamos a estar mejor”, que fue cambiado por “Cambiemos Paraguay”.
MÁS LEÑA AL FUEGO. Paralelamente, volvió a recrudecer la posición de los abdistas, quienes incluso piden la renuncia de Cartes del Partido Colorado, porque consideran que la sanción de los EEUU complicará las chances del partido de conseguir financiamiento.
Fuerza Republicana solicitó incluso una sesión de urgencia de la Junta de Gobierno para analizar las implicancias de la sanción, pero hasta ahora la respuesta oficial de las autoridades coloradas es que están emitiendo un dictamen jurídico y que no existe ningún impedimento para que Cartes dirija el partido.
El propio presidente Mario Abdo Benítez, siguiendo con su posición crítica hacia el cartismo, el pasado viernes lanzó más leña al fuego al desmeritar la figura de Peña.
En un acto oficial realizado en San Pedro, y repitiendo la antigua frase del ex presidente del Partido Colorado Blas N. Riquelme, dijo que Peña no es buen candidato, pero pidió votar por la Lista 1 “a ojos cerrados” porque sería peor no tener un candidato.
Esto generó una ola de críticas por parte de los cartistas, quienes ya venían tratando de traidor a Abdo y a su primer anillo, y tras la polémica frase que lanzó le advirtieron que podría convertirse en el próximo mariscal de la derrota.
“Acompañar la candidatura de Peña no significa bajar ninguna bandera, somos disidentes, no traidores”, retrucó por su parte el ex presidente y director de la EBY, Nicanor Duarte Frutos, quien mantiene fuertes críticas hacia Cartes.