La consecuencia más resaltante es el síndrome de Burnout, que consiste en el agotamiento por estrés laboral, describe la doctora Nora Gómez, directora del Centro de Psiquiatría y Psicoterapia del IPS.
“El síndrome empieza a manifestarse con la falta de interés en el trabajo y realizarlo en forma automatizada. También se ve el cansancio, trastornos depresivos de leves a moderados entre otras señales que suelen pasar desapercibidos y solo tienen la atención punitiva desde lo administrativo”, refiere la doctora.
Zona Roja. Terapia intensiva de adultos y niños, siquiatría, sicología, pediatría. Estas son algunas de las áreas donde se manifiesta este síndrome en los trabajadores de la salud. A estas se suman las urgencias pediátricas y otras relacionadas, como las obstétricas, cirugía cardiovascular y todo el trabajo que corresponde a los emergentólogos.
“En estas áreas donde pelean por la vida se ven los más susceptibles de padecer el síndrome”, explica la doctora Gómez.
La siquiatra refiere que en el país no se cumple con lo estipulado por la OMS. Según cuenta, el organismo sugiere unas 6 horas como tope para los trabajadores de la salud y 6 pacientes como máximo.
“Acá hay lugares donde nos mandan a atender 15 a 20 personas por consultorio”. A esta situación se agrega la baja paga y el hecho de que existen médicos que realizan consultorio en más de un centro asistencial durante el día.
Ante la sobrecarga de trabajo, una de las recomendaciones que brinda, además de cumplir con el tiempo recomendado, es la rotación de áreas de los profesionales de salud. “Entre ellos, en alrededor del 70% de las consultas se ven trastornos depresivos y de ansiedad”.
Soluciones. La doctora insta a los profesionales a pensar en ellos y dedicar su tiempo a más actividades recreativas. “No todo es trabajo. Debemos hacer deportes y cultivar hábitos alimentarios saludables. También contar con relaciones interpersonales que nos haga sentir bien y no sentir esa obligación de ir a trabajar. En el lugar de nuestra tarea diaria debemos encontrar calidad y calidez. Sobre todo, el tiempo que nos toca estar sean respetadas, no solo en las horas que nos corresponden, sino también en número de pacientes”, refirió.