07 feb. 2025

Ante evidencias, Orlando Arévalo debe ser expulsado de Diputados

Una vez presentado el libelo acusatorio contra el diputado Orlando Arévalo, su expulsión depende del cartismo, que tiene mayoría en la Cámara Baja. Arévalo ha sido involucrado en un presunto esquema de corrupción pública en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), después de haberse hechos públicos chats extraídos del celular del ex diputado Eulalio Lalo Gomes. El mismo partido que torció el reglamento para expulsar a una senadora de la oposición tiene hoy en sus manos la continuidad del sistema democrático.

La semana se inició con el informe remitido a la Fiscalía por el juez Osmar Legal sobre los datos extraídos del celular del fallecido diputado colorado Eulalio Lalo Gomes. En ese informe el magistrado revelaba sobre los indicios de corrupción pública que involucraba a un diputado colorado, dos fiscalas y una jueza de Pedro Juan Caballero. Se trataba de conversaciones vía WhatsApp entre Lalo Gomes y funcionarios, como el diputado colorado cartista Orlando Arévalo, las fiscalas Katia Uemura, Stella Mary Cano y la jueza de Pedro Juan Caballero, Sadi Estela López.
Asesinado en agosto de 2024 en el allanamiento de su residencia durante el operativo Pavo Real, Lalo Gomes estaba imputado por lavado de dinero vinculado al narcotráfico. Según medios del Brasil, supuestamente tenía vínculos con narcotraficantes del país vecino, y era un antiguo colaborador de Jarvis Chimenes Pavão, que trabajaba con el Primer Comando Capital, y otros grupos.

El historial del diputado Orlando Arévalo incluye haber contratado al novio de su hija como su secretario en la Cámara de Diputados, sin concurso y con un salario mensual de G. 8.500.000 (ÚH, febrero 03, 2025); antes de eso, en 2014, Arévalo egresó de la carrera de Derecho de la Universidad Leonardo Da Vinci, pero la veracidad de su título fue cuestionada. En su certificado de estudios aparece con un promedio perfecto de 10/10 y la prueba la hizo en pleno feriado nacional. La Fiscalía no pudo encontrar elementos para afirmar que Arévalo no es abogado, y el Tribunal de Apelación Penal confirmó la desestimación de la denuncia.

Orlando Arévalo presidió el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados en el 2023 y hasta su reciente “pedido de permiso” se desempeñaba como vicepresidente primero. Por eso, son tan graves los contenidos de algunas de las conversaciones halladas en el teléfono de su colega ya fallecido. Según el juez Legal, en ellas había pedido de favores, como una de las conversaciones del 21 de febrero de 2022, cuando la jueza Sadi Estela López solicitaba al diputado Gomes que interceda ante las autoridades del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) en la causa en la que fue denunciada por mal desempeño de sus funciones. El 6 de abril de ese año, la jueza fue absuelta.

Hace exactamente un año, la mayoría parlamentaria colorado-cartista, para deshacerse de una oponente política, Kattya González, desnaturalizaron la figura de la pérdida de la investidura, y afectaron la institucionalidad de la República. Los senadores abusaron de un instrumento constitucional y decidieron que con una mayoría de 23 senadores se podía aprobar la pérdida de investidura, pisoteando el reglamento que ellos mismos habían alterado dos meses antes para defender a correligionarios.

En el caso actual, el argumento principal de la acusación contra Orlando Arévalo es el uso indebido de influencias, por las conversaciones que mantuvo con el fallecido diputado Eulalio Gomes, que lo involucraron en supuestos hechos de corrupción. En estos chats, Lalo Gomes habría intercedido ante Orlando Arévalo por la fiscala Katia Uemura y Stella Mary Cano, además de la jueza Sady López, cuando este presidía el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.

En democracia, quien tiene mayoría gobierna, pero siempre debe hacerlo sobre acuerdos, e incluir a las minorías apuntando como único objetivo el bienestar colectivo. En Paraguay necesitamos instituciones fuertes, transparencia, una Justicia independiente y funcionarios honestos. Es hora pues de elegir vivir en un Estado de derecho y no seguir cautivos del crimen organizado y el narcotráfico, que representan un futuro oscuro para la democracia.

Más contenido de esta sección