En un documento presentado a los inversores antes de la reciente emisión de bonos en la Bolsa de Nueva York, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) reconoció que Paraguay no puede garantizar su crecimiento económico en el futuro, afirmando que enfrenta una serie de riesgos que podrían afectar su estabilidad financiera.
Según el informe, los factores de riesgo incluyen cambios en la economía global, variaciones en las tasas de interés, la demanda de exportaciones paraguayas, barreras comerciales impuestas por otros países y condiciones climáticas adversas que impactan en el sector agrícola.
Además, advierte que una desaceleración económica prolongada podría afectar la recaudación fiscal y la relación entre la deuda y el producto interno bruto (PIB), lo que comprometería la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones financieras.
“La economía paraguaya podría contraerse en el futuro, afectando las finanzas públicas y el precio de los bonos. (…) Paraguay no puede asegurar a los inversionistas que su economía crecerá en el futuro. El crecimiento económico depende de varios factores”, afirma el documento.
Entre los principales riesgos señalados, menciona la dependencia de sus socios comerciales, especialmente en sectores claves, como la exportación de soja y carne.
También advierte sobre la volatilidad de los mercados financieros, el impacto de políticas fiscales y monetarias, y las incertidumbres políticas en la región.
Clima. Otro punto crítico es la vulnerabilidad de Paraguay ante fenómenos climáticos extremos, recordando que en 2022 la sequía redujo en un 8,7% el crecimiento del sector primario, afectando la producción de granos y carne, que siguen siendo los principales productos de exportación. Asimismo, en el 2019, las inundaciones causaron pérdidas significativas en infraestructura y producción agropecuaria.
“La economía paraguaya depende en gran medida de la agricultura. En 2022, el sector primario tuvo la menor tasa de crecimiento (-8,7%) en comparación con el sector secundario (0,4%) y el terciario (1,6%) debido a la sequía a principios de año. En 2023, la carne representó el 13,8% de las exportaciones registradas, siendo el segundo mayor producto de exportación después de la soja (28,8%). La harina de soja representó el 7,4% y el maíz el 6,3%. Paraguay es muy susceptible a condiciones climáticas extremas como sequías e inundaciones, así como a enfermedades que afectan cultivos y ganado”, advirtió a su vez.
Baja de calificación. En cuanto a la calificación crediticia, señala que Paraguay podría enfrentar rebajas en su calificación si no implementa medidas de consolidación fiscal para estabilizar la deuda en relación con el PIB.
Actualmente, las agencias Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch mantienen una perspectiva estable para el Paraguay. Sin embargo, el Ministerio de Economía alerta que un deterioro en las finanzas públicas podría aumentar los costos de financiamiento.
“Una rebaja en la calificación afectaría la demanda y liquidez de los valores de deuda paraguayos, incluyendo los Bonos, lo que aumentaría el costo de financiamiento en los mercados internacionales y dificultaría el pago de la deuda pública”, se sostiene a su vez en el documento.
Reciente emisión. Pese a estos riesgos, en febrero pasado el MEF colocó bonos soberanos por USD 1.200 millones en la Bolsa de Nueva York. De este monto, USD 600 millones se emitieron en dólares con un plazo de 30 años y una tasa de interés del 6,65%, mientras que el resto se colocó en guaraníes a 10 años con una tasa del 8,5%.
Según el Gobierno, los recursos serán destinados a financiar el Presupuesto General, incluyendo inversiones en infraestructura a través del Ministerio de Obras Públicas, programas de vivienda social mediante el Ministerio de Urbanismo, y el pago de compromisos con organismos multilaterales.
Demanda y negociaciones en Itaipú, otro riesgo del país
El documento también refiere que uno de los riesgos país es la eventual disminución en la demanda de electricidad por parte de Brasil, ya que refiere que la Itaipú Binacional representa una fuente importante de ingresos para el Gobierno. Según recuerda, Paraguay posee el 50% de la represa, siendo Eletrobras (Brasil) la dueña de la otra parte. Detalla que entre el 2021 y 2024, los pagos a Paraguay por la energía generada representaron aproximadamente entre el 1,2% y 1,1% del PIB. “Cualquier reducción en la demanda de electricidad por parte de Brasil, inestabilidad política en las negociaciones sobre la asignación y uso de la energía de Itaipú, o la incapacidad de Itaipú para pagar su deuda con Eletrobras, podría impactar significativamente la economía paraguaya y su capacidad para cumplir con los bonos”, alertó.