Las marchas de organizaciones sociales, partidos políticos de oposición y el campesinado, en Asunción y varios puntos del país, fueron importantes para evidenciar el rechazo a las políticas neoliberales del Gobierno, pero no son suficientes.
“Las marchas y los cortes de ruta son la forma de acción más efectiva para visibilizar legítimas reivindicaciones, más aún cuando cuentan con cobertura mediática; sin embargo, no son suficientes para que los reclamos sean alcanzados”, expresó la socióloga Palau.
La prueba más viva de este hecho es que la marcha de la Federación Nacional Campesina (FNC) cumplió 31 años con los mismos reclamos, pero siguen sin ser escuchados, y apunta que ante un escenario en que el Gobierno hace “oídos sordos” para lograr la reforma agraria se requiere mucho más que movilizaciones, “más aún en un contexto de avance del agronegocio y de recrudecimiento de la violencia y los desalojos”.
Palau resalta que las conquistas sociales fueron a partir de procesos de luchas que se extendieron semanas y combinaron acciones, como lo fue la del arancel cero. “Esta multiplicidad de actores que confluyeron en las calles expresan la amplificación del descontento social y evidencia también que las organizaciones sociales para alcanzar sus objetivos necesitan una mayor articulación, un trabajo con la ciudadanía que exceda las redes sociales y una hoja de ruta”, sentenció.
Las movilizaciones, en tanto, no tuvieron la fuerza suficiente para alcanzar su objetivo, por lo que, a decir de la profesional, se requiere de más articulación que obligue al Gobierno “a frenar las políticas neoliberales de su agenda y responder a las nuevas e históricas demandas del campo popular”.
Por otro lado, indica quedó demostrado que volvió el proyecto electoral del 2023 que planteó la chapa Efraín Alegre y Soledad Núñez. Sin embargo, este frente no da aún respuesta sobre un modelo de gobierno, sino solo apunta a frenar el poder del cartismo y las mafias. “Un proyecto de centro sumamente heterogéneo que hasta el momento no da indicios de cuál es el proyecto político; es decir, la propuesta del país al que aspiran, uno con reforma agraria o uno que continúe aprobando leyes de criminalización a la lucha por la tierra, por ejemplo, un proyecto que garantice los derechos humanos o un proyecto ultraliberal como el de Milei en la Argentina”, recalcó.
Palau destacó que cualquier proyecto necesita del campesinado porque la economía paraguaya está basada en la producción agropecuaria. El modelo actual del agronegocio, que usa la tierra para la producción de soja y otros a costa de la producción de alimentos para la población paraguaya, expulsa a campesinos e indígenas de sus territorios. “Deberían explicitar si se privilegiarán las necesidades del mercado o los derechos sociales como la salud o la educación”, enfatizó.
límite. Por su parte, la investigadora Inés Franceschelli, manifestó que la concurrencia de sujetos sociales con diferentes tradiciones de lucha y posiciones ideológicas dan cuenta de la necesidad de un límite a este modelo de gobierno autoritario, y del gran rechazo hacia la narcopolítica, el neoliberalismo y cooptación de poderes. Sin embargo, para la investigadora no se observa predisposición de cambio en el Gobierno. “Por el contrario, estamos presenciando el desempeño de un régimen envalentonado por la ola autoritaria regional y global, que además tiene mucha claridad en su necesidad de acallar cualquier voz disidente”, expresó.
Franceschelli indica que es posible organizar un proyecto político en este momento, y que en el periodo anterior, si parte de progresismo no se hubiese apartado de la unidad opositora, Peña no hubiese ganado tan fácil. “Es necesario que las dirigencias den lugar a la fuerza joven, de las mujeres, y que quienes vienen cometiendo errores en la última década se retiren para dejar crecer la fuerza social”, afirmó.
Para la experta, el campesinado es fundamental en este proyecto. “El rol de la FNC fue central para la generación de estas movilizaciones y será indispensable para constituir una fuerza progresista que logre derrotar al Partido Colorado. Es la fuerza con mayor capacidad de movilización, que ha sabido ganar el respeto de la ciudadanía por su coherencia, que constituye una esperanza para el pueblo paraguayo”, finalizó.