Restaurantes y gimnasios vuelven a abrir hoy, luego de al menos tres meses de parálisis total por la pandemia del nuevo coronavirus.
También algunas actividades deportivas –de hasta dos personas– se permitirán en el tercer capítulo de la cuarentena inteligente que inicia hoy y que se extenderá por al menos tres semanas, hasta el 5 de julio.
En esta fase 3 el desplazamiento de las personas se extiende por dos horas más; hasta las 23:00 de domingo a jueves y hasta las 00.00 los viernes y sábados (ver info).
Desde el Ministerio de Salud Pública (MSP) anuncian que junto a la Fiscalía, la Policía Nacional y los municipios pondrán bajo la lupa a cada uno de los establecimientos que reabrirán desde la fecha.
El Dr. Juan Carlos Portillo, viceministro de Atención Integral a la Salud, explicó que están previstos “controles interinstitucionales aleatorios en distintos horarios”, con visitas al azar a los locales –como se viene haciendo– “y sobre denuncia ciudadana de incumplimiento”.
“Hay que tener en cuenta otros factores, no solo el sanitario, sino la formalidad del funcionamiento, lo relacionado con medidas de seguridad adicionales que debe reunir cada establecimiento”, indicó.
La intención es evitar que se produzca una reapertura “descontrolada” que predisponga a una mayor interacción social.
Es crucial –dijo– el compromiso ciudadano a la hora de alertar sobre casos donde se infrinja el protocolo sanitario. Tal como ocurrió el pasado viernes en el centro mayorista Fortis que, en el día de su inauguración, presentó aglomeración de clientes, tanto dentro como fuera del edificio.
“Esperamos que la población, en primer lugar, entienda que estamos saliendo del encierro. Esto se tiene que dar de una manera gradual para que la propagación del virus siga controlada”, recalcó.
Portillo indicó que el MSP, para esta fase 3, trabajó de cerca con grupos referentes de cada uno de los sectores que ahora reabren.
Un equipo técnico de Salud hizo un relevamiento in situ del riesgo, según ciertas configuraciones, en tres locales de gastronomía, de gimnasios, de centros comerciales como la zona de Bonanza, en el Mercado 4.
EVITAR INTERACCIÓN
“Esta fase plantea la posibilidad de salir a comer en un espacio fuera del domicilio, donde se va a compartir un ambiente con personas que no necesariamente son conocidas y eso automáticamente implica un riesgo”, advirtió el viceministro. Es por eso que –indicó– se insiste mucho en la implementación de protocolos, de forma a “adecuar el funcionamiento de cada uno de los sectores”, según las fases en las que se va a relanzar, para “brindar condiciones de seguridad a los que trabajan allí y para quienes son potenciales clientes”.
Señaló que tanto bares como patios de comida, en centros comerciales, “no podrán funcionar dentro de la lógica del riesgo controlado de salida gradual del encierro”, según el modelo con que operaron hasta antes de la pandemia, “debido a la mayor interacción social que se permite en este tipo de ambientes, salvo que puedan adaptarse”, exceptuó.
Ya tienen suficiente evidencia –dijo– de que a mayor interacción el riesgo de contagio es mayor.
En la fase 1, detectaron unos 516 casos positivos y solo una veintena eran casos comunitarios o no tenían nexo. En la fase 2, a cuatro días para que se cumplan las tres semanas, se habían detectado 362 casos; pero con tres veces más casos sin nexo y contacto en la comunidad, de lo reportado en la primera etapa.
“Eso habla de un impacto de la mayor interacción social en la propagación y contagio del virus en la población”, remató.
Las cifras
700 restaurantes y locales gastronómicos de Asunción y área metropolitana reabren sus puertas a partir de hoy.
20 personas como máximo se permitirán en templos para celebraciones religiosas (misas, cultos y adoraciones).
30.000 trabajadores retornarán a sus actividades desde esta fecha, según la ministra de Trabajo, Carla Bacigalupo.
Lecciones que deja la etapa que se va
Para dar el siguiente paso, se tomaron en cuenta indicadores positivos y negativos, explicó el Dr. Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud. Como factores a favor se tomaron en cuenta la baja hospitalización y el aumento de la capacidad de realizar muchos más test.
Aunque al principio se pensó que cada fase duraría 15 días, explicó que se optó por las tres semanas, ya que la última permite visualizar lo ocurrido en la anterior. Como ejemplo, citó los contagios que pudieron darse durante el feriado del 14 y 15 de mayo pasado. “Todos los contactos que estamos viendo ahora son los contactos de esos sin nexo que se dieron por el Día de la Madre”, especificó.
Resaltó como positivo el hecho de que todos los contactos que se vieron no tienen como causante el movimiento económico, sino la responsabilidad comunitaria.
Aclaró que si existe un incremento importante de casos, se detendrá todo. “Estamos bien como estaba Chile. Pero esto se puede disparar y duplicar si no nos cuidamos”, enfatizó.