Dos mujeres y tres pequeñas de 7, 8 y 11 años vivieron minutos de terror en la ciudad de Areguá, Departamento Central, tras haber sido víctimas de agentes policiales del Departamento de Investigación de Delitos de la Brigada Central.
Todas iban a bordo de una camioneta Toyota Noah que funciona como transporte escolar y que diariamente traslada a 15 niños en el horario de la tarde.
Un grupo de policías vestidos de civiles y a abordo de un automóvil de la marca Toyota Auris, color plateado, que estaban investigando el robo de otro vehículo, abrieron fuego contra la camioneta alegando que circulaba en actitud sospechosa.
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Recibí las noticias en tu celular, unite al canal de ÚH en WhatsAppEl comandante de la Policía Nacional, Gregorio Walter Vázquez, informó a Monumental 1080 AM que los efectivos involucrados ya fueron apartados, sumariados y puestos a disposición de la Justicia. “Gracias a Dios el hecho no pasó a mayores”, afirmó.
Admitió que el hecho fue “un error de procedimiento del personal” y que no se encubrirá al o a los responsables. “Anoche estuve asistiendo a los padres de las víctimas en el hospital. Los agentes actuaron de forma irregular”, prosiguió.
Seguidamente, explicó que el objetivo real era un vehículo con características similares al transporte escolar, que supuestamente estaba al mando de un delincuente; sin embargo, siguieron al transporte escolar porque circulaba en actitud sospechosa.
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Tras el suceso, quedaron detenidos el oficial inspector Néstor Gerardo Vázquez Guerrero, de 33 años, y el suboficial 2º Jorge Manuel Cañiza, de 27 años.
Más del hecho
El confuso episodio se produjo alrededor de las 18.00 del lunes. Norma Beatriz Velázquez estaba al mando del móvil escolar Mis Niños y se disponía a dejar a su última pasajera en el barrio Cañada, de Areguá, cuando las balas comenzaron a impactar contra su rodado.
Asustada y sin entender lo que estaba sucediendo, la mujer trató de huir, pero poco después uno de los proyectiles impactó en una de las ruedas provocando que el móvil detuviera la marcha.
Durante la persecución, dos niñas quedaron heridas. Una menor de 8 años acusó dos disparos en las piernas y uno en la muñeca, y otra de 11, un refilón en el dedo.
