¿Quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos? Para contestar estos cuestionamientos, entran en juego tres elementos: la identidad, la cultura y la memoria. Las respuestas nos sitúan, nos brindan pertenencia y nos permiten arraigo. Pero ante la ausencia de esas piezas claves, ¿cómo se resuelven estas incógnitas?
Ante ese dilema se encuentra Mateo Sobode Chiqueno, quien con la intención de preservar su cultura en riesgo de desaparición y reconstruir la memoria de su hogar perdido, atraviesa el Chaco paraguayo registrando en grabaciones las historias, canciones y testimonios de otros ayoreos, que así como él, al ser desplazados de la selva perdieron su territorio ancestral, sus medios de subsistencia, sus creencias y su espacio.
La historia de Mateo es retratada en el documental Apenas el sol, la segunda cinta del género dirigido por la cineasta paraguaya Arami Ullón, tras El tiempo nublado, del 2014. El filme, con 74 minutos de extensión, fue grabado en el 2016, 2018 y 2019, en las comunidades Ayoreo de Boquerón y Alto Paraguay, en el Chaco paraguayo, con un total de 12 semanas de rodaje.
El documental tuvo su estreno oficial el 18 de noviembre del 2020, al haber dado apertura al International Documentary Festival of Amsterdam (IDFA 2020). Desde entonces, ya se proyectó en 12 países, como Inglaterra, Francia, Alemania, Turquía, entre otros; además de haber participado en 16 festivales internacionales, en los que cosechó varios galardones. Entre ellos, el Premio del jurado a Mejor Documental y el Premio Documental del público, del festival Cinélatino - Recontres de Toulouse, Francia; y el Premio Fipresci, otorgado por la Federación Internacional de la Crítica Cinematográfica, en el marco del festival Instanbul Documentary Days, en Turquía.
Realidad. “Me conmovió profundamente enterarme de que los ayoreos perdieron su hogar de forma tan brutal. Y nunca más pudieron recuperarlo. Es una pérdida irreparable: la naturaleza, el refugio, el alimento, el agua, la cultura, el significado, las creencias, la filosofía, la espiritualidad; todo está siendo arrasado”, manifiesta la directora Arami Ullón, al detallar la razón que la motivó a llevar adelante el filme.
Tras investigar y aprender sobre la situación de los ayoreo, a través de Benno Glauser y la ONG Iniciativa Amotocodie, Arami llegó hasta una de sus comunidades, donde conoció al protagonista del filme. Luego, viajó acompañado de él a conocer a diferentes ayoreos, que tal como Mateo, nacieron libres y nómadas en la selva, pero fueron desplazados de ella.
“Era muy importante hacer estos viajes de encuentro con Mateo, ya que es una persona muy respetada por la comunidad ayoreo. Llegar con él nos daba solvencia para tener la posibilidad de conocer a las personas y poder escuchar sus testimonios”, comenta la directora, al destacar que durante ese proceso no se realizó ninguna filmación. “Todos esos cuidados previos hicieron que construyamos lazos de confianza”, agrega. La primera grabación se realizó tres años después de que Arami haya iniciado su experiencia en las comunidades.
Propósito. ”Esta película habla, desde la particularidad de los ayoreos, de un sistema colonial que todavía sigue vigente, y del cual son víctimas los pueblos originarios, en Paraguay y diferentes lugares del mundo. Es importante que dejemos de entender la colonización como un evento en la historia y que podamos verlo por lo que es: un proceso que continua vigente y en desarrollo”, destaca la directora al describir su documental.
Para Arami, tanto el cine como su documental son un detonante de pensamiento-sentimiento. A través de ellos se perciben puntos de vista que pueden influir en las formas de pensar y sentir realidades que uno experimenta, incluso aquellas que pueden parecer lejanas a uno.
“Cuando el cine logra humanidad, puede romper prejuicios y lograr emparentarnos con lo que antes considerábamos foráneo. Si esa humanidad lograda por la obra cinematográfica resuena en una cantidad suficiente de gente, puede generar cambios concretos en las sociedades”, acota.
Con presencia en diversos festivales internacionales, en los que cosechó importantes logros, el documental nacional se destaca al retratar la realidad del pueblo Ayoreo en el Chaco paraguayo.
Primeros en verla
El documental Apenas el sol ya se estrenó en más de 10 países. En cuanto a Paraguay, país de origen del filme, se prevé que próximamente llegue hasta las salas locales, no sin antes ser exhibida en las comunidades ayoreo del Chaco, donde se filmó la cinta. “El objetivo es que los primeros en ver el filme en Paraguay sean sus protagonistas. En los meses siguientes, queremos llegar a las salas, todo depende de la situación sanitaria en que se encuentre nuestro país”, detallaron los encargados de la película.