La pandemia de Covid-19 ha desatado una crisis de salud que rápidamente está tomando tintes socio-económicos sin precedentes en la historia moderna. Proteger a la población requiere expandir las capacidades de los estados, coordinar respuestas internacionales y cooperar de manera innovadora entre los distintos sectores sociales y económicos. ¿Cómo lograr la innovación bajo tanta presión y en el contexto de una crisis inédita?
Desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), buscamos apoyar las necesidades más urgentes identificadas por el Estado, para responder a la crisis de salud: desde la adquisición de equipamiento médico, a la compra de equipos e insumos de seguridad para trabajadores de salud, así como apoyando el establecimiento de nuevas alianzas pública-privadas para la movilización de recursos.
La respuesta a la crisis debe ser holística, atendiendo tanto a la fase de preparación, mitigación y recuperación; buscando en todo momento el fortalecimiento de capacidades con intervenciones estratégicas y bien coordinadas. Por nuestra parte, nos sumamos a esta tarea con prácticas de innovación tecnológica y organizativa, para acelerar el aprendizaje y la identificación de soluciones que funcionan.
El Laboratorio de Aceleración del PNUD forma parte de una red global compuesta por equipos de innovación en 60 países, con perfiles que abarcan un amplio espectro en innovación; englobando lo social, lo empresarial y lo tecnológico. El objetivo es acelerar el desarrollo sostenible a través de un ciclo de aprendizaje que utiliza diversas metodologías de investigación y diseño.
Nuestra metodología de innovación empieza con el mapeo de soluciones, identificando innovaciones desde abajo, como los grupos de ayuda comunitaria que emergieron en varios países para responder a la crisis de Covid-19 e impulsaron la creación de COVIDMutualAid.org y FrenaLaCurva.net; observando a usuarios líderes, como Jayde Powell, la estudiante universitaria de Nevada que creó el servicio de delivery gratuito Shopping Angels, orientado a personas en riesgo, quien además financió sus esfuerzos a través del crowdfuding; y estudiando la desviación positiva, como el éxito de Corea del Sur en aplanar la curva de nuevos casos; o el de Taiwán, Singapur y Hong Kong, manteniendo bajo su número de casos.
A través de murales colaborativos y otros medios, la red de laboratorios del PNUD intercambia continuamente ejemplos de innovación, explorando diversas soluciones y construyendo inteligencia colectiva.
En Paraguay, nuestro laboratorio está priorizando la innovación en el inevitable impacto socioeconómico de la epidemia, con un foco en los actores más vulnerables, como los trabajadores informales que dependen de su ingreso diario para sobrevivir. Para explorar posibilidades de intervención en el corto plazo, estamos documentando iniciativas de los gobiernos en todo el mundo, a través de una encuesta y un mural colaborativo en el que codificamos las acciones que están tomando los distintos países ante la epidemia, como por ejemplo la plataforma colaborativa georreferenciada del Laboratorio de Ecuador “Colaboratorio Ciudadano”.
Toda esta actividad nos permite centrar el diseño en las personas, prototipar, experimentar y validar nuevas intervenciones de desarrollo desde una lógica de aprendizaje que se integra y complementa a la necesidad de acción. Juntos, vamos a mitigar el impacto del Covid-19 en la economía informal, aprendiendo y actuando mientras apoyamos la resiliencia de nuestras comunidades.
