Molina indicó que hoy en día el proyecto costaría USD 1.000 millones, pero teniendo en cuenta que la tecnología se está desarrollando y estaría lista a finales de la década, la inversión podría ser menor en el futuro. Añadió que el mandatario está interesado en el posible desarrollo de reactores nucleares para la producción eléctrica, y es lo que se demostró con la visita del director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, en diciembre pasado. En efecto, para concretar el objetivo, Paraguay debería declararse país nuclear. “Es lo que ya más o menos hicimos con la venida del director Grossi”, subrayó Molina.
Requisitos. El titular de la ARRN indicó que el país necesita infraestructura para que el OIEA apruebe a Paraguay como país nuclear. “¿Qué significa eso?, caminos, seguridad, gente preparada, que haya universidades, plan económico. La parte también del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), la seguridad ambiental. Y bueno, 19 infraestructuras hacen falta”, detalló. Agregó que parte del plan es justamente coordinar a las instituciones responsables de esas 19 infraestructuras.
En el contexto de la preparación del personal, Molina fue a la Universidad de Texas A&M (EEUU), invitado por la institución para ver el centro de entrenamiento nuclear que existe allá. “Texas A&M es la universidad más grande que prepara profesionales para el área de reactores nucleares en Estados Unidos”, subrayó.
El doctor afirmó que en Paraguay la Facultad de Ingeniería de la UNA tiene muy buenos profesionales, pero hacen falta ingenieros nucleares, de control y mecatrónicos y se está evaluando la posibilidad de enviar a paraguayos a prepararse en Texas. “No estamos limitados a Texas, estamos escuchando la oferta. Texas me parece que es lo mejor de Estados Unidos, están totalmente abiertos, nos sorprendió la apertura y el interés que tienen en ayudar. No solo en el área de energía nuclear, en todas las áreas de energía, solar, eólica”, expresó.
También aclaró que la tecnología que se pretende implementar todavía no está desarrollada, no tiene licencia, y el primer país que la está haciendo es Canadá, que otorga la licencia. “El problema que se nos viene es que en el 2030, 2033 nos quedamos ya sin excedentes (de energía)”, advirtió el funcionario.
Admitió que existe un trabajo mediático muy grande por hacer. “Tenemos que enseñar a la población a no tener miedo, la educación a los chicos de que la energía nuclear es limpia. Mirá, para decirte un ejemplo, 96 reactores tiene Estados Unidos trabajando hoy en día mientras hablamos y no pasa nada, (pero) la gente tiene miedo. Argentina tiene 3 y Brasil tiene 2. Y hay 160 reactores en el mundo que están funcionando y no pasa nada. Y el consumo de energía cada vez va a ser mayor”, avisó Molina, observando que la preocupación es que no se están inyectando nuevas fuentes generación, a pesar de haber cambiado las leyes para atraer inversiones en la instalación de plantas solares o pequeñas centrales hidroeléctricas. “Se podría suplir con energía nuclear”, insistió.