José Maciel, presidente de la AFD, anunció que cuentan con un listado de cincuenta cooperativas a las que prevén integrar a su esquema de trabajo. Esta acción forma parte de la administración de recursos a través del Fideicomiso creado por Ley N° 6524/20 de emergencia ante la pandemia del virus Covid-19, con el fin de incorporar nuevas entidades financieras minoristas.
“Los socios de las cooperativas tienen normalmente microempresas o pequeñas empresas con las que trabajan, entonces queremos canalizar los recursos hacia estas pequeñas cooperativas”, relató.
En principio, se podrá disponer de unos G. 80.000 millones en recursos que el Banco Nacional de Fomento (BNF) debe transferir; una vez constituido el fideicomiso, las operaciones comenzarán a fluir principalmente para capital de trabajo y pago de la nómina de salarios de micro y pequeñas empresas.
Para más adelante, esperan obtener fondos también con préstamos internacionales, donaciones y otras transferencias desde el Ministerio de Hacienda, con lo que se podrá extender el apoyo a medianas y grandes empresas, y a través de entidades como Fundación Paraguaya, anunció Maciel.
El ejecutivo recordó que cuentan actualmente con 37 IFI que trabajan con la AFD, 17 de las cuales son cooperativas. Aclaró que las casas de crédito no serán incorporadas en este programa, ya que se encuentran en una etapa incipiente de registro ante el Banco Central del Paraguay (BCP) y al dedicarse en mayor medida a otorgar créditos de consumo no encajan con las metas de la AFD.
REFINANCIACIÓN. En cuanto a las opciones de reconversión de operaciones crediticias para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), reconoció que si bien estos recursos no se dirigen a la conformación de nuevos créditos, es una forma de dar liquidez a las entidades y a través de ellas, a las empresas.
“Una persona que tiene una obligación de pagar una cuota de su préstamo dentro de dos meses no va a tener que preocuparse por ese pago hasta dentro de seis meses y otra vez eso se va a diferir en siete años; entonces, esos recursos que tenía que utilizar para pagar su préstamo, lo puede usar para otra finalidad: Para capital operativo, para pagar salarios u otras necesidades más acuciantes que tenga ahora”, recalcó. En cuanto al objetivo de estos programas de refinanciación, reiteró que la finalidad principal es que fluya el crédito, motivo por el cual explicó que si fijan un tope de tasas de interés con que estos productos puedan llegar al público, se corre el riesgo de que las entidades financieras no acudan a estos recursos porque el tope les parecerá insuficiente.
SISTEMA FINANCIERO. El economista César Barreto, directivo del Banco Familiar, reconoce que aquellas empresas que ya tenían problemas previos difícilmente podrán acceder a algún refinanciamiento. Apuntó que las firmas que mostraron siempre una administración ordenada no tendrán mayores dificultades para financiar algunos meses de déficits en su flujo de caja.
“Todas las operaciones son analizadas en una base caso por caso. Las entidades que están más especializadas en el segmento están priorizando la atención a sus clientes y atendiendo sus necesidades dentro de lo que es posible en este difícil contexto. Las entidades financieras deben administrar responsablemente los recursos que se les confía”, dijo.
La AFD prevé incorporar a unas 50 entidades solidarias para concederles recursos que se destinen al alivio financiero de las microempresas. Casas de crédito no serán incluidas.
Sector riesgoso para el crédito
Las microempresas son consideradas como el sector con menos posibilidades de acceso al crédito en el mercado local, según las encuestas realizadas por el Banco Central del Paraguay (BCP) a representantes de bancos, financieras y otras entidades de crédito.
El bajo nivel de atención por parte del sistema financiero para con las microempresas fue mencionado por el 68% de las personas consultadas por la banca matriz entre octubre y diciembre de 2019.
Por otro lado, el 25% de ellas sostuvo que el acceso es medio y apenas un 7%, que es alto. La diferencia con las medianas y grandes empresas es abismal: La respuesta de acceso medio al crédito tiene una incidencia de 79% en el primer caso y de 14%, en el segundo; mientras que el acceso alto a los préstamos se aplica en un 86% a las grandes empresas y en 21%, a las medianas.
Los micro créditos para mini pymes, además, son catalogados como la actividad de mayor riesgo para el negocio financiero, por encima inclusive de los préstamos de consumo, siempre de acuerdo con las encuestas del BCP.
Cuando la percepción de riesgo es mayor, se aplica una tasa de interés más elevada al crédito para cubrir los perjuicios que puedan derivar de esta situación.