Comenzaba la década de 1980. Los aires de cambio iban llegando de a poco a la bucólica Asunción. La televisión a colores iba cortando el reinando del “blanco y negro” y un segundo canal nacía para agrandar un poco más la escasa grilla de entretenimiento que disfrutaban los paraguayos. Una estabilidad económica que con los años se desplomaría respaldaba a un régimen que gobernaba sin alteraciones e interrupciones por décadas el país. Los titulares de los principales diarios anunciaban las actividades oficiales del presidente Alfredo Stroessner y que Paraguay ostentaba ser un país libre de fiebre amarilla.
En ese ambiente, no pasó desapercibida la visita del supercomediante Chespirito quien lideraba de forma indiscutida el rating con El Chavo del Ocho y El Chapulín Colorado.
El espectáculo fue organizado en conjunto por Coca Cola y el Sistema Nacional de Televisión “Cerro Corá", según recuerda el animador y ex conductor chileno radicado en Paraguay, Héctor “Tito” García.
La actividad se denominaba “El Gran Jamboree de la Solidaridad” y contaba con la presencia de artistas nacionales como el payaso Sinosé, el mago Nizugan, Carlitos Vera y Los Cumbreños. La cita era en el Jardín Botánico el domingo 22 de noviembre a partir de las 10.00 con entrada gratuita. En la invitación al evento anunciaban un estacionamiento con capacidad para más de 20.000 vehículos.
Todo apuntaba a que sería una fiesta a lo grande, y así fue, pero la organización no estuvo a la altura recuerda Tito García y lo confirma la crónica en la sección de espectáculos de Última Hora del 23 de noviembre de 1981.
“El Chavo arrastró a una verdadera multitud”, llevaba como título la reseña publicada en la página 15.
“La muy promocionada venida de El Chavo y su grupo llegó a movilizar una cantidad impresionante de público, que se dio cita ayer domingo en las instalaciones del Jardín Botánico. Todo el despliegue de seguridad y control montado por los organizadores con la colaboración de efectivos de la Policía, la Caballería y jóvenes scouts, fueron insuficientes para contener a la gente”, señala la reseña.
“Tal cantidad de gente llevó a alterar en gran parte el programa previsto de antemano y publicitado por los medios de comunicación”.
Sobre esto último, Tito García rememoró que no se prevía semejante cantidad de personas para el espectáculo y que la infraestructura del escenario era insuficiente. Tanto que a empujones, los asistentes casi llegaron a tumbar la tarima.
“Era impresionante el griterío, los niños llorando, desmayándose por el calor, gente empujando desde atrás. Casi se nos vino todo abajo”, señaló.
“Los números nacionales no contentaron a la gente, tanto que los organizadores no sabían como calmarlos. Muchos gritaban que era una estafa debido a que la actuación de los mexicanos estaba prevista para las 10 de la mañana”, rezaba la publicación de Última Hora.
“Finalmente, se accedió a que Gómez Bolaños y su elenco adelanten su presentación para las 14.30. Los mismos demostraron gran capacidad artística y un gran profesionalismo”, continuaba relatando.
“En cuanto al espectáculo, los comentarios fueron desfavorables pero no la organización del mismo, debido a la falta de consideración hacia el multitudinario público que se hizo presente en el Jardín Botánico. Muchas criaturas tuvieron que ser auxiliadas por el excesivo calor y por el tiempo que se encontraban esperando por la actuación de las figuras. Es destacable que los horarios anunciados previamente no fueron respetados por los organizadores, motivo por el cual el público ha reaccionado con abucheos y gritos”, finalizaba la redacción.
Si bien aquella primera visita fue incidentada, el amor de Chespirito hacia el Paraguay fue innegable. Prueba de ello fue su interpretación de la guarania “Recuerdos de Ypacaraí" en el año 2012 a través de una twitcam. Así también, hoy los paraguayos despedimos con mezcla de nostalgia y risas al genio que con su humor blanco supo amalgamar a Latinoamérica toda.