El hecho se registró alrededor de las 21.00 en el barrio Campo Grande, de Asunción, en la noche del sábado, cuando se registró un severo temporal en la zona de la capital y sus alrededores.
Nadia Báez relató este lunes, a través del canal Telefuturo, el tormento que vivió junto a sus dos hijas, una niña de 4 años y una adolescente de 16 años, después de que un árbol de Yvapovõ cayera sobre su vivienda y derribara parte de su techo y una pared.
La pequeña, que estaba en la cama, fue inmediatamente sacada del lugar por su madre a un sitio más seguro. La hija mayor, en cambio, quedó bajo escombros y su madre, pese a que lo intentó, no pudo sacarla sola de donde estaba. Tenía la cabeza estancada por una ventana de la casa que también estaba en el suelo.
“No sé de dónde saqué fuerzas, pero ella me decía: ‘Mamá, apurate, ya no puedo más’, y yo le decía que no pare de hablarme y salí como loca a pedir ayuda. Le pedí a un vecino y me dijo que no iba a poder. Entonces, yo salí a gritar otra vez; ahí vino un señor y sacaron entre ellos. Cuando le sacaron volví a vivir”, contó la mujer.
Báez refirió que les tomó unos 20 minutos a sus vecinos sacar a su hija de los escombros y que posteriormente fue trasladada al Hospital de Trauma, donde fue inspeccionada y el domingo recibió el alta.
La más grande todavía sigue shockeada después de lo ocurrido y su hermana, de 4 años, sufrió leves rasguños. No presentó daños de gravedad.
El árbol caído, además, afectó la muralla de un vecino de al lado y todavía sigue sobre la vivienda afectada.
Solo en Asunción, la Comuna local reportó más de 250 árboles caídos tras fuertes vientos que soplaron a más de 100 km/h. Varios de ellos terminaron sobre viviendas, escuelas, murallas o en medio del camino obstaculizando el paso vehicular.
El fuerte temporal de hace dos días dejó hospitales con daños graves en su estructura. También columnas, tendidos eléctricos y árboles caídos y semáforos sin funcionar en distintas arterias que dificultaron el tránsito.