EFE
El paraguayo Napout y el hondureño Hawit, ambos vicepresidentes de la FIFA, fueron arrestados el jueves en Zúrich (Suiza) al ser incluidos por la fiscal general de EE.UU., Loretta Lynch, entre los 16 altos cargos y exdirectivos del máximo organismo del fútbol a los que responsabiliza de “abuso continuo” de su posición para el enriquecimiento propio.
Entre los nuevos acusados figuran el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Marco Polo del Nero, quien renunció a su cargo como miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA el 26 de noviembre y su antecesor al frente del ente rector del fútbol brasileño, Ricardo Teixeira.
La investigación también incluye a los argentinos Eduardo Deluca y José Luis Meiszner, ambos exsecretarios generales de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Chiriboga, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, se presentó ante la justicia de su país el viernes y hoy se le ordenó arresto domiciliario.
La Fiscalía de Ecuador también informó del arresto domiciliario para el secretario de la Federación, Francisco Acosta. El mismo ente anunció que para Vinicio Luna, coordinador de logística de la FEF, se dictó prisión preventiva por lavado de activos.
Las cuentas bancarias de Chiriboga, suspendido 90 días en sus funciones en la FEF, y de los otros dos investigados se encuentran congeladas.
Burga, expresidente de la Federación Peruana, fue arrestado el viernes por la policía cuando salía de su casa en Lima, tras recibir una orden de captura internacional procedente de EE.UU.
Burga se desempeñó como presidente de la FPF entre 2002 y 2014, cuando declinó optar a un cuarto mandato consecutivo bajo sospechas de corrupción. Actualmente ejerce como coordinador general de proyectos de desarrollo de la Conmebol.
En Bolivia, la Fiscalía General anunció que en los próximos días enviará fiscales a Paraguay y EE.UU. para obtener información sobre el nivel de responsabilidad del expresidente de la federación de fútbol (FBF), Carlos Chávez, que también es tesorero de la Conmebol.
Chávez se encuentra preso en una cárcel de Bolivia desde julio pasado. También se ha incluido en el “FIFAgate” al boliviano Rómer Osuna, miembro del comité de auditorías de la FIFA.
Ante el escándalo, la Conmebol llamó a una reunión extraordinaria de su Comité Ejecutivo para el viernes 11 de diciembre en Asunción.
En dicha reunión, el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Wilmar Valdez, en calidad de vicepresidente único de la Conmebol y según lo estipulado por los estatutos del organismo regional, puede ser designado sustituto de Napout.
Valdez es el único vicepresidente en funciones después de la detención en mayo del venezolano Rafael Esquivel y la renuncia a la presidencia de la federación de Chile de Sergio Jadue, quien se declaró culpable en Estados Unidos.
Otro que aceptó los cargos el pasado 12 de noviembre por fraude en transferencia bancaria y conspiración de soborno fue Luis Bedoya, expresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, a quien la Fiscalía de su país investigará por presunto lavado de activos.
Las acusaciones de Lynch golpean también a directivos de la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf) que anunció la suspensión provisional de Hawit y del expresidente de Honduras Rafael Callejas, también extitular de la Fenafuth, de toda actividad relacionada con el fútbol.
La Concacaf decidió el mismo castigo al expresidente de la Federación Panameña de Fútbol Ariel Alvarado, al suspendido presidente de la Federación de Fútbol de Guatemala, Bryan Jiménez; al secretario de esa entidad y magistrado suplente de la Corte de Constitucionalidad, Héctor Trujillo, detenido en EEUU.
Asimismo para el expresidente del fútbol guatemalteco Rafael Salguero, y a Reynaldo Vásquez, también expresidente de la comisión normalizadora de la federación salvadoreña.
Incluso hoy sábado agentes fiscales realizaron sin éxito dos allanamientos para capturar a Jiménez, acusado de los delitos de criminalidad organizada y lavado de dinero, contra el que se dictó una orden que impide que salga de Guatemala.
Según el informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, en marzo de 2010 Jiménez aceptó junto a Trujillo y Salguero, uno de los tres representantes de la Concacaf en el comité Ejecutivo de la FIFA, un soborno “de seis dígitos” por los contratos de televisión de los partidos de clasificación para el Mundial de 2018.
En febrero de 2014, Jiménez y Trujillo negociaron con la misma empresa, Media World, un nuevo acuerdo por los derechos de televisión para la clasificación al mundial de Catar 2022, por el cual ambos recibirían un pago de 200.000 dólares.
Las investigaciones por parte de la justicia de Estados Unidos comenzaron el 27 de mayo, cuando fueron detenidos en Suiza otros siete directivos de la FIFA acusados por sobornos, lavado de activos y fraude electrónico en esa entidad, dirigida por Joseph Blatter, y quien está suspendido del cargo desde el pasado 8 de octubre.