Pese a la denuncia ante la Fiscalía General en su contra por supuesto tráfico de influencias, el senador colorado Martín Arévalo, hasta ahora, ni confirma ni desmiente el pedido de traslado de funcionarios al director de Aduanas, Julio Fernández.
Antes que ahondar en este punto, una vez más, en su descargo ayer entre sus pares de la Comisión Anticontrabando, se dedicó a tirotear contra Fernández, quien, a su criterio, debería estar preso por el robo de mercaderías.
Mencionó además la vinculación de una firma con la empresaria Dalia López, quien sigue prófuga.
Aprovechó para mandar al frente a la Fiscalía, alegando que recién ahora se está moviendo. “Aclarar a todos los miembros que estas dos denuncias estuvieron paradas, no se dio trámite”, dijo.
“Hubo un complot para el robo. No había guardia de seguridad ni alarmas. El único guardia que tenía que custodiar salió a las doce menos cuarto y se fue a su casa”, insistió sobre el robo del container con un contenido valuado en USD 3 millones.
Volvió a hacer una vez más, como en las dos ocasiones anteriores, en una conferencia de prensa, y luego en la sesión del Senado, una cronología sobre la denuncia del robo.
“Habiendo mercaderías de tres millones de dólares, el director tenía que poner un seguro contra todo riesgo”, sostuvo, e insistió en la responsabilidad penal por parte del director de Aduanas.
Detalló que mensualmente el pago del alquiler del depósito es de G. 84 millones.
“Se trata de una rosca mafiosa, que se puso de acuerdo para asaltar. Esa mercadería estaba en comiso. Él y su gente dejaron abierto el portón, el guardia se mandó mudar. Parece un chiste”, señaló.
“Si yo pedía realmente un traslado... jamás pedí ni me ofrecieron plata. Llego a la conclusión de que es una denuncia falsa”, refirió sobre el tráfico de influencias, y anunció una demanda.
“Hace más de un año estoy vetado por el presidente. Hay una orden que no se me dé nada”, reveló Arévalo.
“Todos los funcionarios que trabajan en ese lugar, tienen que ser investigados, así como Julio, responsable institucional de Aduanas”, sentenció el senador.
Sostuvo que Fernández debería indemnizar al Estado, y que por el hecho punible de lesión de confianza, las penas van de 5 a 10 años de cárcel. “Hay que aplicar al director de Aduanas”, consideró.
Insistió que no podía estar un minuto más como director de Aduanas. Su correligionaria Lilian Samaniego desmarcó a Marito del tema, y le pidió a Arévalo que aclare si pidió o no por los funcionarios, y este reiteró que no hizo tráfico de influencias.
Si yo fuese presidente de la República, 24 horas no iba a estar en ese lugar, tendría que estar destituido. Martín Arévalo, senador colorado.