Con la Cordillera de los Andes como marco, estas tres provincias del nordeste de Argentina, ubicadas en la región del Cuyo, ofrecen paisajes que combinan montañas con territorios áridos, salares, valles fértiles y, para los turistas curiosos de la historia, sitios arqueológicos.
La provincia de Catamarca ofrece turismo todo el año. Su capital, San Fernando del Valle de Catamarca, se encuentra llena de historia y sitios emblemáticos para visitar, como La Basílica Nuestra Señora del Valle o el Museo Arqueológico Calchaquí. El turismo cultural es otro de sus preciados recursos, debido a numerosos hallazgos y sitios de recuperación arqueológica que datan del pasado precolombino. El más destacado se ubica en la localidad de Londres, el Shincal de Quimivil, que fuera la capital más austral del imperio incaico, y hoy es el sitio arqueológico más importante del país.
Catamarca también ofrece opciones de turismo de aventura, sus kilómetros de puna son ideales para todo tipo de actividades de ecoturismo como sandboard en las dunas, trekking, kayak e incluso es posible aventurarse al montañismo, en cumbres que superan los 6.000 metros sobre el nivel del mar.
La Ruta del Vino, sus termas, el turismo minero, el camino de los artesanos, la Ruta del Adobe y una exquisita gastronomía, complementan la diversidad de atractivos con los que cuenta esta provincia.
Otro lugar donde se puede disfrutar de la Ruta del Vino es la provincia de San Juan, que posee un circuito con bodegas de renombre, ubicadas en la zona de Tulum, Valle del Pedernal, y hasta en las cercanías de la capital, homónima a la provincia. En este paseo, el turista puede adentrarse a conocer lo mejor de su producción vitivinícola, en especial del Syrah, símbolo inconfundible de la economía cuyana.
En Valle Fértil se encuentra el Parque Provincial Ischigualasto, llamado también el “Valle de la Luna”. El sitio impacta por la singularidad de su paisaje, además por ser uno de los yacimientos paleontológicos del período Triásico más importantes del mundo, razón por la cual fue declarado Patrimonio Natural por la Unesco.
También en la provincia de San Juan se encuentra Barreal Blanco, una planicie de 12 kilómetros de largo con la inmensidad de la Cordillera de los Andes, donde gracias a las ráfagas de viento se puede vivir una experiencia de carrovelismo. Para los amantes del windsurf, el dique Cuesta del Viento es considerado uno de los mejores lugares del mundo para la práctica de este deporte.
La provincia de La Rioja es un espacio privilegiado, pues permite revelar los secretos más profundos de la historia, dejando al descubierto sus yacimientos geopaleontológicos de millones de años, y enormes paredones rojos en el Parque Nacional Talampaya. Dada su importancia para el mundo científico, es sitio declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco y, por su belleza paisajística, es una de las nuevas siete maravillas naturales de Argentina.
Sus ricos ecosistemas muestran cómo se desarrolla la vida de los flamencos rosados y otras especies de flora y fauna puneña, a más de 4.300 metros sobre el mar en la Reserva Provincial de Laguna Brava. Además, los paisajes de la provincia permiten apreciar montañas y volcanes que superan los 6 mil metros y visualizar animales silvestres como guanacos, vicuñas, pumas y aves migratorias.