Ya pasó lo de la imaginación al poder, la gran patria latinoamericana, la democracia es el poder del pueblo, hasta la victoria siempre y el fin de la historia. Ahora los loquitos están de moda, y que Dios nos encuentro confesados porque se reproducen como hongos. Sin pecar de exagerado, uno se pregunta ante estas circunstancia si este camino sinuoso es parte de un proceso de renacimiento de la política honesta y útil o el inicio de una hecatombe sin un final claro.
Octubre 27, 2018 10:00 p. m.
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