Ante esta situación, el gremio que aglutina a los ganaderos exigió a las autoridades de turno que trabajen en la urgente implementación de medidas efectivas para brindar seguridad jurídica a los trabajadores del campo.
“La ARP hace un llamado urgente a las autoridades nacionales para que se implementen medidas efectivas que garanticen la seguridad en el campo, protegiendo tanto a los productores como a las comunidades campesinas. La ARP se mantiene firme en su disposición de colaborar con el Gobierno y otras organizaciones en la construcción de un futuro donde el campo sea un espacio de paz, progreso y oportunidades para todos”, reza el texto de la ARP.
Además, respalda a la familia Centurión Platte y a Agropecuaria San Ignacio SA, cuyos representantes, que son miembros de su nucleación, resultaron víctimas de las invasiones en el distrito de Simón Bolívar, en Caaguazú.
“Como representantes del sector productivo rural, reiteramos nuestra condena a toda forma de violencia y reafirmamos nuestro compromiso con el diálogo y la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos de tierra en nuestro país”, manifiesta.
Por su parte, la Regional Caaguazú de la ARP también emitió un pronunciamiento, en el cual expresa solidaridad con las víctimas, lamenta las muertes y principalmente pide investigar el hecho.
“Lastimosamente, han perdido la vida personas trabajadoras del lugar. La ARP Regional Caaguazú, a través de su Comisión Directiva y socios, repudian estos hechos de violencia e instan a las autoridades del Ministerio Público a realizar las tareas investigativas necesarias para esclarecer este hecho”, reclama.
Antecedente. De acuerdo con el relato policial, en la madrugada de este último jueves, un grupo de campesinos aparentemente atacó a guardias de seguridad del establecimiento Agroganadera Plate, a 15 kilómetros de Simón Bolívar, y luego se produjo un enfrentamiento.
El hecho dejó dos personas muertas, la primera que sería un hombre que supuestamente participó de la toma del inmueble y resultó baleado, mientras que el otro sería un guardia que fue hallado calcinado en un vehículo.
El segundo caso se registró en una propiedad rural en Capiibary, San Pedro, donde alrededor de 200 campesinos presuntamente invadieron el sitio, dejando a un guardia de seguridad herido de bala. En ambos casos también se registró toma de rehenes, que finalmente fueron liberados.