El ministro de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad), Carlos Arregui, se posiciona como eventual candidato para fiscal general del Estado (FGE), luego del informe del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat), que aprobó el examen de Paraguay y no ingresó en la lista gris de países.
Más allá de la definición del juicio político de la fiscala general, Sandra Quiñónez, a instancias de Diputados, el presidente Mario Abdo Benítez, así como los principales referentes políticos del Congreso, ya está mirando qué figura potable se puede afianzar para el Ministerio Público, atendiendo que el mandato de Quiñónez fenece a principios de 2023.
El plazo legal para iniciar el proceso de elección de nuevo fiscal debe ser octubre, en coincidencia con el proceso electoral de las internas partidarias. Sin embargo, el juicio político está apurando su salida, aunque aún no se tengan definidos los votos.
El propio Abdo Benítez, así como los congresistas del oficialismo y la oposición, apoya el juicio político de Quiñónez, acusada de brindar protección al ex presidente Horacio Cartes, quien recibió el calificativo de “significativamente corrupto” por parte del Gobierno de EEUU.
GUIÑO PRESIDENCIAL. Arregui se posicionó en las filas de Abdo desde el inicio de este gobierno. Años atrás formó parte del Ministerio Público, donde se destacó en la Unidad de Delitos Económicos y Anticorrupción. Renunció al cargo tras haber sido designado como fiscal adjunto al Departamento Central.
En el 2014, denunció que recibió presión del entonces fiscal general Francisco Javier Díaz Verón, otro de los designados significativamente corruptos por EEUU. Arregui denunció entonces que su cambio de unidad se debió a presiones políticas. Estaba investigando a varios parlamentarios involucrados en casos de corrupción.
Luego incursionó en el área política y logró ingresar como concejal de Asunción. En el 2019, tras la salida de María Epifanía González por la crisis del acta de Itaipú, se posicionó en el primer anillo presidencial y es nombrado ministro de la Secretaría Antilavado, de donde varias veces el cartismo intentó forzar su destitución.
Abdo destacó el trabajo realizado por Arregui en estos últimos tiempos. “Quiero reconocer el gran trabajo de quien por mucho tiempo me pidieron su cabeza, el ministro Arregui, que hizo un gran trabajo al frente de Seprelad para que hoy Paraguay pueda dar un paso hacia la credibilidad internacional”, dijo.
Ya estando en Seprelad, Arregui envió el informe contra Cartes a la Fiscalía para que se le investigue. La campaña del cartismo para exigir su destitución fue con el argumento de que no es colorado y ocupa un cargo en el gobierno.