EFE
“El asesinato de Berta Cáceres fue por su lucha y la lucha del Copinh (Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras) vinculado al criminal modelo extractivista, neocolonial y femicida que dirige la extrema derecha hondureña e internacional”, indicaron en un comunicado los participantes del Encuentro Internacional de los Pueblos Berta Cáceres.
En un comunicado, los representantes de organizaciones ambientalistas de unos 22 países que participaron en el evento, que inició el miércoles en Tegucigalpa, sostuvieron que el modelo criminal “avanza en el continente mediante acciones violentas” como el asesinato de Cáceres y otras estrategias en contra de la justicia.
Otra muestra del modelo neoliberal, aseguraron, “es el intento de imponer un golpe de Estado contra el pueblo brasileño, que desde aquí condenamos y al cual le antecede el nefasto golpe de 2009 en Honduras”, al entonces presidente Manuel Zelaya.
Destacaron además el “inmenso aporte ético y de práctica” de Berta Cáceres “y su compromiso con los pueblos en lucha del mundo”.
“Su propuesta hecha vida se sostenía sobre la radicalidad y honestidad de sus palabras, la profundidad de su pensamiento descolonizador, la fuerza espiritual de los pueblos indígenas, un profundo conocimiento y gran confianza en la gente que lucha”, subraya la declaración.
En el encuentro los participantes intentaron “consensuar ideas, propuestas y articulaciones colectivas entre organizaciones, países e iniciativas políticas con las cuales poner en marcha intenciones y voluntades transformadoras desde la raíz”.
Se comprometieron además a luchar por la verdad y la justicia ante el asesinato de Cáceres mediante una investigación a cargo de un equipo que identifique a la totalidad de autores materiales e intelectuales del crimen y de otros que son parte de un “proyecto de muerte” en el país.
Los ambientalistas exigieron el retiro de una empresa que impulsa un proyecto hidroeléctrico en el occidente de Honduras y que no se utilicen con ese fin las aguas del río Gualcarque, que cruza por esa región.
También se debe retirar definitivamente a los militares “de los territorios indígenas, populares, rurales y urbanos”, agrega la declaración.
“A todos los pueblos, hombres y mujeres, les invitamos a que con energía y unidad ética arreciemos la lucha, no renunciemos nunca a la esperanza y a vivir por adelantado la utopía de justicia, libertad y autonomía que es nuestro legítimo proyecto de vida y felicidad en esta tierra”, señala el documento.
El evento, que concluyó hoy en Río Blanco, en el occidente hondureño, fue auspiciado por el Copinh y la familia de Berta Cáceres, dirigente que fue asesinada el 3 de marzo pasado en La Esperanza, departamento occidental de Intibucá, donde residía.
Hasta ahora se desconoce a los autores materiales e intelectuales del crimen, que ha causado conmoción a nivel nacional e internacional.