Sin haberse recuperado todavía de la conmoción por el asesinato de Ingrid Escamilla, la semana pasada, descuartizada presuntamente a manos de su pareja, México lamenta un nuevo crimen escabroso.
El cuerpo de Fátima Cecilia Aldriguett fue encontrado este fin de semana en una bolsa de plástico sin órganos y con signos de tortura en la alcaldía Tlahuac, en el sur de la capital mexicana, cerca de Santiago Tulyehualco, donde vivía con su familia.
La última vez que se vio con vida a la niña, de 7 años, fue el pasado 11 de febrero. Cuando su madre llegó 20 minutos tarde a recogerla al colegio, otra mujer, cuya identidad todavía se desconoce, ya se la había llevado, según recogen las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona.
La Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México informó este lunes que se investiga si el crimen fue un feminicidio y ofreció una recompensa de 2 millones de pesos (unos USD 107.700) para encontrar a los responsables.
La alcaldesa de la capital, Claudia Sheinbaum, acompañó a la familia en la entrega del cuerpo por parte de los servicios forenses, donde se comprometió a que el crimen no quede impune.
“Sobre todo, justicia. Eso es lo que yo le dije a los familiares y lo que le digo a la ciudadanía. La seguridad para nuestras niñas y nuestras mujeres. Ese es mi compromiso”, expresó ante la prensa.
Ante la jefa del Gobierno capitalino, la madre de Fátima, María Magdalena Antón, acusó como responsable a Alan Herrera, quien habría agredido a otros miembros de la familia, aunque las autoridades no lo han confirmado.
“Yo quiero que me apoyen, porque hoy fue mi hija, mañana puede ser la de ustedes”, expresó desconsolada la madre ante la prensa. Familiares de la víctima consideraron que las autoridades no les hicieron suficiente caso cuando denunciaron la desaparición de la niña.
El pueblo se vuelca con la familia
Como muestra de indignación por el crimen, los vecinos bloquearon los accesos a Santiago Tulyehualco, ubicada en Xochimilco, en el sur de la capital mexicana, y exigieron justicia a las autoridades. “Nos quieren ver la cara”, exclamaban.
En la puerta de la Escuela Primaria Enrique C. Rebsamen, lugar donde fue secuestrada la menor, pegaron carteles con mensajes de indignación como “Ni una más. Ya basta”, “Por un pueblo sin violencia” o “Justicia para Fátima”.
Vecinos se acercaron a la casa de Fátima, a pocas calles del colegio, donde se instaló el velorio, para dar el pésame y colaborar con dinero o comida para la familia.
“Ahora estamos sufriendo por mi nieta, mañana quién va a sufrir por un hijo o una hija. Y pasado y así continuamente. Que las autoridades están para cuidar la población tanto la local como la federal”, dijo a Guillermo Antón, abuelo de la víctima, en la puerta del domicilio.
Además, recriminó a la dirección del colegio por dejar salir a Fátima y no reportar que se la llevó una desconocida.
Tanto el abuelo como los vecinos coincidieron en que Santiago Tulyehualco es una de las zonas con más criminalidad e inseguridad de la ciudad, donde muchas personas se organizan para defenderse, y exigieron a las autoridades que tomen cartas en el asunto.
“Nosotros queríamos como pueblo unirnos y agarrar a esos malditos por lo que hicieron. Y el movimiento estuvo fuerte ayer en la noche”, explicó Verónica Camacho, amiga de la familia.
Los feminicidios, en el punto de mira
Con cada escabroso crimen que sale a la palestra, aumenta la ira en México ante un Gobierno que no parece estar a la altura de la situación. El presidente mexicano, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, culpó al neoliberalismo de este tipo de crímenes.
“Se miden los homicidios, pero no se mide el grado de descomposición social que produjo el modelo neoliberal”, dijo el mandatario en rueda de prensa cuestionado sobre el homicidio de Fátima.
La muerte de la niña llega en plena ola de indignación por el asesinato la semana pasada de Ingrid Escamilla, que desencadenó tensas manifestaciones antifeminicidios en la capital mexicana.
Ciudad de México fue la tercera entidad del país con mayor número absoluto de víctimas de feminicidio en 2019, al reportar 68, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), que sitúa a Veracruz y Estado de México en los primeros lugares.
Por otro lado, la capital del país registró 128 asesinatos de mujeres como homicidio doloso, un crimen que, a diferencia del feminicidio, no contempla la violencia machista o de género como el motivo.
Otros casos
En otro suceso ocurrido este martes, pero esta vez en el central estado de Puebla, las autoridades informaron el hallazgo del cuerpo de una joven de 14 años que fue asesinada al interior de su domicilio.
Mientras que una bebé de cinco meses de edad fue encontrada muerta este miércoles luego de haber sido raptada un día antes por un hombre que golpeó a la madre de la pequeña para poder secuestrar a la menor en la ciudad de Saltillo, en el norteño estado de Coahuila.
Asimismo, 10 cadáveres fueron hallados en una fosa clandestina situada en el municipio de Coeneo, en el occidental estado mexicano de Michoacán.
En México, en el 2019 se registraron un total de 1.006 feminicidios -asesinatos por razón de género-, de los cuales 98 fueron casos de menores de edad y otros 191 se clasificaron como homicidios dolosos, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.