Guiados por un agente antidrogas, ingresamos al predio del Aeropuerto Silvio Pettirossi, donde tiene su cuartel General el Departamento de Guía de Canes Detectores de Drogas.
Un funcionario pasa un artefacto detector de metales por los tres miembros del equipo de ÚH e hizo lo mismo con el móvil.
Luego de entregarles nuestros documentos de identidad, estábamos listos para seguir camino. Cruzamos por la pista de aterrizaje, en medio del trasiego de avionetas y de aviones y de hombres que vienen y van, llegamos a un rincón del predio de la terminal aérea, donde funciona el cuartel general de los agentes de cuatro patas que permitieron grandes incautaciones de drogas.
“Esto no es un trabajo, es un estilo de vida”, dice el suboficial Víctor Acuña, uno de los siete humanos que cumplen servicio en el cuartel, entre adiestradores y guías.
Acuña asegura que uno de los objetivos de los trabajos es lograr una cohesión entre el guía y el can, de modo que hagan una buena dupla.
Se logra una confianza y un cariño entrañable entre ambos. “Se entienden a la perfección con la vista, con gestos y sonidos”, recalcó.
Los animales que sean aptos para ser agentes antidrogas deben cumplir una serie de requisitos y la mayoría de ellos son adquiridos en Estados Unidos o en Alemania.
Desde los un año de edad ya se los puede entrenar con estímulos y juegos con pelotas de tenis, caños de plástico o con toallas. Este proceso dura tres meses. “Abarca tres etapas, una inicial, donde le enseñamos a identificar los olores que queremos que busquen, en este caso de narcóticos. Por lo general estamos utilizando seudoaromas que simulan olores de éxtasis, de cocaína y de marihuana. El pack tiene un costo de cinco mil dólares, con seis aromas diferentes. Tiene un tiempo de validez de seis meses”, expresó.
Actualmente se tienen cuatro perros activos, ya que se jubilaron seis de los agentes caninos en la semana pasada.
Dos de ellos están en formación y también deambulan por el cuartel cuatro cachorros de dos meses que podrían ingresar también a las fuerzas caninas. Para los adiestradores, es una de las formas más efectivas para la detección de drogas. “El escáner depende de la capacidad de las personas que manejan esa máquina, sabemos qué hay gente experta que identifican las sustancias ilegales. Los perros no te van a fallar, si encuentra el aroma, el perro se sienta. Altísima efectividad la búsqueda de sustancia con perros”, dijo Acuña.
- 5.000 dólares es el precio base de un perro que puede tener cualidades para convertirse en agente antidrogas.
El mito que los perros se drogan
Los adiestradores desmitificaron una creencia popular que afirmaba que los perros son drogados para realizar el trabajo. El suboficial Acuña reveló que se utilizan seudoaromas; se trata de compuestos químicos que son seguros para el adiestramiento, diseñados y producidos para el efecto. “No se les droga a los perros”, sentenció el adiestrador.