Buscando impulsar el desarrollo sostenible en el Chaco, 20 productores (de Filadelfia y Alto Paraguay) y 350 socios de la Cooperativa Neuland (Boquerón) están siendo capacitados para mejorar las prácticas relacionadas al uso de la tierra e incrementar la oferta de carne bajo estándares ambientales sostenibles.
Esto forma parte del programa Alianza para el desarrollo sostenible, que viene implementando desde hace tres años la WWF Paraguay, para reducir la deforestación relacionada a materias como soja y carne en Paraguay, según Cristina Morales, directora del programa.
Las leyes ambientales –explica Morales– actualmente permiten el desarrollo productivo del Chaco y obligan a los productores a dejar aproximadamente entre 40% y 45% de cobertura forestal en sitios que no son reserva de biosfera, pero en la zona norte del Chaco, hasta 50% de reserva de biosfera. La tasa de deforestación es alta, pero no se puede aún distinguir entre lo legal e ilegal.
“Estamos apoyando a los productores para que puedan producir más en una misma superficie sin necesidad de tener que avanzar sobre los ecosistemas naturales”, dijo.
Los técnicos ayudan a los productores a conocer la situación de sus tierras y de los bosques para el manejo. Hay productores que dejan muchos más bosques de los que exige la ley, por compromiso, pero no les cierran los números con la rentabilidad de la producción.
“Este es un gran desafío porque se necesita innovación, asistencia técnica, crédito apropiado para que el productor pueda aplicar estas medidas. Tenemos un manual de buenas prácticas ganaderas que identifican esas actividades que deben desarrollar los productores y para implementarse se necesita de un sistema de finanza sostenible.
Sin embargo, nada de lo que se está realizando podrá fortalecerse a largo plazo si todos los actores involucrados no unen esfuerzos. Un factor importante para el desarrollo sostenible es el ordenamiento territorial para saber cuáles son los lugares donde se puede producir, cuáles son los lugares críticos que no se deben tocar, según Morales.
Resalta la importancia de que cada municipio tenga su plan de ordenamiento territorial para poder gestionar los recursos naturales de su territorio. Para eso las instituciones deben fortalecerse y las políticas del Estado apuntar a valorar el bosque, pagar por los servicios ambientales a aquellos que preservan más cobertura boscosa con reducción de impuestos o exoneración de algunas tasas; también se debe promover todo lo que sea el manejo forestal porque manejando el bosque se podrá preservarlo mucho mejor.