Trascendental
El trabajo de Astrid es reconocido por su elegancia, originalidad y la conexión emocional que genera con quienes llevan sus joyas. Ya sea una pieza a medida o parte de una colección, sus diseños suelen tener un trasfondo narrativo, lo que convierte cada objeto en algo más que un simple accesorio: Es una obra de arte con valor trascendental.
La inspiración de sus colecciones surge en cualquier momento, desde la naturaleza y de cualquier circunstancia en la que se sienta rodeada de belleza o lo que la inspire.
“Soy una mujer coqueta, y para mí, la moda es una forma de comunicar quién soy y cómo me siento. Al igual que cuando se cocina algo y se pregunta ‘¿qué antojo tengo?’, me pregunto cómo quiero sentirme. Por ejemplo, una vez que fui de viaje a un destino nuevo y hermoso para mí, estaba en un bar, en buena compañía, buenas conversaciones, buena onda y ahí agarré un par de servilletas de papel y empecé a dibujar de seguido, diseños que formaron una colección completa”, empieza relatando Poletti.
Recibí las noticias en tu celular, unite al canal de ÚH en WhatsAppEl mayor desafío que enfrentó en su carrera fue dejar su trayectoria en banca privada y finanzas para dedicarse a tiempo completo al arte y al diseño, que es lo que realmente ama. Esta valiente decisión la llevó a encontrar su verdadera pasión, transformando su vida y su carrera en un reflejo de su creatividad y dedicación.
“El logro más significativo en mi carrera hasta ahora es poder hacer lo que amo todos los días. Amo trabajar en algo que no solo me llena, sino que también tiene la intención de dejar una huella y contribuir al arte paraguayo”, mencionó.
Inspiración
Astrid recuerda con cariño que su madre ha sido la influencia más significativa en su vida. “La dedicación y atención al detalle, su amor por el arte, las plantas, la cocina y la buena costura, son cualidades que ella desde siempre me inculcó. Me enseñó no solo a ser capaz de hacer todas esas cosas en diferentes áreas, sino que también me enseñó a valorar la belleza en lo cotidiano y a encontrar inspiración en lo que hago. No hay un solo día en que yo no la tenga presente, porque todo lo que viene de ella, me inspira y es parte fundamental de lo que soy hoy”, rememoró.
La diseñadora se describe como una eterna soñadora, y uno de los sueños personales que aún no ha cumplido, pero sigue persiguiendo, es llevar la filigrana al mundo, compartiendo esta delicada técnica artesanal con una audiencia global.
“Quiero hacer muchas cosas alineadas al arte, que es lo que más me apasiona, así que apenas comencé”, reflexionó.
Una madre presente
Desde que se convirtió en mamá, la perspectiva de vida de Astrid cambió radicalmente. “Ser mamá ha sido un verdadero milagro y me ha llevado a replantearme ‘¿Quién era yo, antes de Bauti?’. Ahora, me enfoco no solo en darle a mi hijo amor y cuidado, sino también en contribuir a que el mundo sea un mejor lugar para él y para las futuras generaciones. De verdad me preocupa que podamos ofrecerles un entorno seguro, con comida sana, buena educación y las herramientas necesarias para su desarrollo”, comentó.
Describe que Bauti le demostró lo que nunca sintió, un amor maternal que cada día va acrecentándose.
El rol de madre le demostró que implica tener muy claras las prioridades. “Debo organizarme mucho más que antes. Es fundamental para mí estar presente para Bauti y acompañarlo en todo lo que pueda. Pero para lograr eso, mantengo mi agenda bien estructurada y coordino todas mis actividades de manera que pueda dedicar tiempo tanto a mi trabajo como a mi hijo. La clave está en encontrar ese equilibrio y estar siempre dispuesta a ajustar mis planes para asegurarme de que pueda estar para él y mi trabajo”, mencionó.
Además, le encantaría transmitirle a su hijo valores fundamentales como el amor a Dios y el amor propio. “Quiero enseñarle el respeto y la empatía hacia los demás, para que construya relaciones saludables, y, por sobre todo, una felicidad sana que le permita disfrutar de la vida de manera equilibrada. También deseo que aprecie y respete la naturaleza, su país, sus tradiciones y, por supuesto, a su familia”, expresó Astrid con amor.
