A la falta de recursos y la obligación de destinar más del 80% de su presupuesto a abonar los salarios de unos 9 mil funcionarios –muchos de ellos sin actividad e incluso con jugosos sueldos– ahora se suman faltantes y sospechas de desvíos.
En tanto, la Junta Municipal de Asunción aprobó en la víspera el balance presentado por el intendente Óscar Nenecho Rodríguez, a pesar de las inconsistencias y el desconocimiento del destino de unos 70 millones de dólares; más de 500 mil millones de guaraníes.
Además, la morcilla viene poniéndose cada vez más negra desde hace unos meses, puesto que recientemente el intendente pidió la aprobación para no abonar créditos pendientes por tres meses a fin de “bicicletear” recursos. El panorama no es alentador.
Según denuncias de legisladores y concejales, Óscar Rodríguez inició su periodo en el 2023 con un saldo de más de G. 569 mil millones. Sin embargo, volvió a contraer nuevos bonos por valor de G. 195 mil millones, engrosando la deuda.
Hasta el momento, Nenecho no puede explicar con claridad en los balances dónde se encuentran los más de 500 mil millones de guaraníes; un monto que implica un compromiso directo para los contribuyentes asuncenos que se esfuerzan por pagar sus elevados impuestos. Hasta por desagüe pluvial inexistentes en varias zonas debe abonar quien tributa en la capital.
Está claro que la Contraloría debe intervenir resolviendo una fiscalización de la administración de Rodríguez, como bien lo solicitaron los integrantes de Patria Querida.
Según la concejala Serrano, la Comisión de Hacienda de la Junta Municipal emitió 22 consultas al intendente para aclarar el supuesto faltante, de las cuales solo fueron respondidos siete puntos. Sin transparencia institucional, no cabe otra que sospechar de malversaciones.
Es grave que la Municipalidad de la capital esté prácticamente en quiebra técnica y que los responsables de sus finanzas no sepan responder respecto al destino y utilización de los 70 millones de dólares en bonos para obras y que no aparecen en los balances, de acuerdo a los reclamos.
Según datos publicados por el concejal Álvaro Grau, a lo largo del 2023 la Municipalidad de Asunción, prácticamente se limitó a pagar deudas y al personal. Esto, considerando que solo se registra un 14% de ejecución en cuanto a inversión física, contra el 95% de pago de salarios (gastos rígidos) e igual porcentaje respecto a la ejecución del pago de las deudas. Es decir, no invirtió en la ciudad y en beneficio de sus contribuyentes.
Estos datos son alarmantes para una ciudad que afronta tantas necesidades así como retos; una capital con cobertura de desagüe pluvial que no llega ni al 30%; con calles minadas de baches y la pavimentación asfáltica con vida útil vencida; que requiere de por lo menos cinco viaductos más para agilizar el tráfico vehicular, que clama por espacios verdes públicos bien cuidados y un microcentro histórico hermoseado para recibir a propios y extraños.
La Municipalidad capitalina es una institución compleja, con problemas serios e históricos, empezando por la superpoblación de funcionarios y el manejo prebendario de politiqueros de turno, seguido por la corrupción y la burocracia. Asunción requiere un liderazgo firme, con capacidad de gestión, ejecutivo y transparente.
En tanto, Nenecho debe asumir su responsabilidad en esta crisis, dar un paso al costado e incluso someterse a la Justicia si hace falta. No se puede seguir con un municipio sin recursos financieros, exceso de funcionarios y escasa inversión en obras e infraestructura. Se requiere un cambio, y este debe ser urgente.