Don Luis Jara observa con preocupación cómo la precaria estructura del techo de la parada de taxi se debilita, producto de la continua caída de revoques del edificio patrimonial en el que se apoya su techo, sobre la calle Colón equina Palma.
Ya son casi 40 años que don Luis trabaja allí como taxista. A lo largo de esas décadas fue testigo de la transformación del entorno céntrico; de los años de esplendor económico a la decadencia que ahora hasta pone en riesgo su integridad física.
El historiador Juan Talavera comenta, a través de sus redes sociales, que este edificio, sobre Palma y Colón, fue construido hacia el año 1900 y es obra del arquitecto catalán Enrique Clari.
Allí funcionaba la panadería Francesa o panadería Ligier. Luego, en la planta baja funcionó la empresa de navegación fluvial Lloyd Brasilero y en la planta alta el Consulado de Brasil.
En la década del 50 fue sede de la casa de confecciones Monarca, hasta quedar abandonada a fines de los 90. Desde esa fecha, señala Talavera, pide un poco de cariño. Pero, agrega, por más de que haya sido declarada patrimonio, “igual nomás continúa la pobrecita siendo víctima del olvido y desinterés”.
En la actualidad, como sucede con centenares de otros edificios abandonados en el centro de Asunción, en el espacio de Palma y Colón se imponen la insalubridad e inseguridad. “Adentro hay criadero de mosquitos, de cucarachas, hasta al famoso mykurê le conocí acá cuando salía. La gente de la Municipalidad viene a veces, saca foto, pero después todo sigue igual”, lamenta don Luis.
El taxista muestra dos nudos de alambre que, afirma, colocó en el acceso para evitar que siga funcionando como aguantadero de personas adictas.
“Sufrimos constantes robos acá, y ahora también nuestro techo corre riesgo de caerse porque se cae constantemente el revoque de cemento”, expresó el trabajador, quien vuelve a llevar la mirada hacia la imponente edificación que, literalmente, cae a pedazos.
Insalubridad. El olor nauseabundo y el desorden invaden los sentidos de quien cruce por inmuebles abandonados en pleno centro de Asunción, como los ubicados sobre la calle O’Leary y Oliva, y la ex cooperativa policial 8 de Marzo, sobre la calle Presidente Franco.
Las puertas de estos locales fueron forzadas para proceder al saqueo de todo lo que tenga valor. Son utilizados además como aguantaderos, dejando un espantoso panorama y veredas intransitables por el fétido olor, basuras esparcidas y la inseguridad. Los rapiñajes ocurren a plena luz del día y en el trayecto de distintas otras instituciones públicas.
¿Qué hacer por el centro? El arquitecto y docente de la Universidad Nacional de Asunción Gabriel Ayala señala que para los propietarios de inmuebles abandonados en el centro no existen incentivos para la puesta en valor, ya que el centro no ofrece propuestas para compensar económicamente.
Invertir en las actividades culturales como eje principal, en más espacios para los peatones, en el arreglo de veredas, en la iluminación, son algunas sugerencias que indica. Luego, cuestiones como la seguridad considera que vendrán por añadidura, ya que al existir personas en la calle existirá un mayor control social.
“Muchas actividades culturales que se hacen en la Costanera deberían realizarse en el Centro Histórico donde verdaderamente hay que poner la mirada, los proyectos y a partir de ahí conectar con el espacio de actividades al aire libre, no a la inversa”, expresa.
El actor principal dice que es el Municipio, acompañado de instituciones del Poder Ejecutivo y luego el sector privado. Señala que para reactivar el Centro Histórico se debe trabajar de manera conjunta y no realizar acciones de forma aislada.
Reducen impuesto
Desde la Municipalidad de Asunción anunciaron que durante el 2023 se disminuirá el valor de pago de impuesto para los inmuebles ubicados en el Casco Histórico. “Dentro del mapa de recaudaciones por impuesto en Asunción, una de las zonas con mayor morosidad es la ubicada en el Casco Histórico, quizás por los precios que deben pagar o porque sus ingresos son menores cada vez, ya que toda la actividad comercial se trasladó hacia Villa Morra”, señaló Leticia Ramos, jefa del Departamento de Liquidaciones de la Dirección de Recaudaciones de la Comuna.
Agregó además que: “La propuesta está hecha sobre el argumento de que la construcción, según el análisis que hace la Municipalidad, tiene un mismo costo en cuanto a la elevación de un edificio, tiene los mismos costos en cualquier zona de Asunción, no hay una zona más cara o más barata en cuanto a construcción”.
Las cifras
1.200
edificios y viviendas están catalogados como inmuebles patrimoniales en la ciudad de Asunción.
200
casas y edificios se encuentran en estado de abandono en el centro histórico de la capital.
100
por ciento es la exoneración de impuesto para patrimonios y hay reducción para demás inmuebles en casco histórico.
Opiniones
"¿Por qué es agradable caminar por un shopping? Porque es la imitación de una calle segura, amplia y limpia. Eso se tendría que imitar en el centro”.
Gabriel Ayala, arquitecto y docente de la UNA.
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“Este edificio abandonado (Palma y Colón) nos pone en peligro a nosotros también porque constantemente se caen sobre nuestro techo pedazos del revoque”.
Luis Jara, taxista de la zona.
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“Lo que hoy yace abandonado, a comienzos de siglo XX fue superfrecuentado; allí funcionaba la Panadería Francesa del Puerto, de José Ligier”.
Juan Talavera, historiador (posteo realizado en red).