Unas cinco personas, de las ocho quienes estaban compartiendo box con Marcos Ignacio Rojas Mora, objetivo principal del atentado en el Festival Ja’umina, en San Bernardino, se entregaron en la Fiscalía en la tarde de este miércoles. Tres de ellas quedaron desligadas de la investigación y dos fueron imputadas y tienen pedido de prisión preventiva.
Se trata de Victorino Gómez Paredes, alias Vitó, de 44 años, y Norma Beatriz Rojas Benítez, de 38 años, quienes fueron imputadas por frustración a la persecución penal porque ambos, luego de que Marcos Rojas Mora haya sido asesinado, fueron hasta su camioneta “a limpiar”, ya que en el interior se hallaron cargadores de armas de fuego, informó Telefuturo.
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De acuerdo con los investigadores, el blanco del ataque registrado el 30 de enero pasado en el Anfiteatro José Asunción Flores era Marcos Rojas Mora, quien recibió ocho impactos de bala en distintas partes del cuerpo.
Durante el atentado resultaron heridos José Luis Bogado Quevedo, que posee orden de captura internacional por la Interpol, con 34 procesos abiertos en Brasil por el delito de organización delictiva, vinculados con el narcotráfico, y Marcelo Monteggia Díaz, oriundo de Pedro Juan Caballero, quien cuenta con una orden de extradición por parte de Bolivia.
Durante el multitudinario evento también falleció la influencer Cristina Aranda de un disparo en la cabeza, quien fue una víctima colateral del episodio.
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Agentes policiales y fiscales, que investigan el narcoatentado, confirmaron que el crimen tiene como causante una pelea entre narcotraficantes ligados al Primer Comando de la Capital (PCC).
Los intervinientes señalan que Marcos Rojas Mora pertenecía al grupo criminal brasileño, así como el principal sospechoso de su muerte, Alcides Villasboa Peralta, alias Ropero, quien se encuentra detenido.
El fiscal Marcelo Pecci explicó que la principal hipótesis que se maneja es que Ropero debía dinero a Rojas Mora, quien le habría proveído de 18 kilos de cocaína a USD 3.600 el kilo; es decir, USD 64.800.
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Rojas Mora, según la versión de los intervinientes, realizó varios reclamos a Villasboa para que le pague la deuda y este, al parecer, no hizo caso. Entonces, recurrió al Cuadro de Disciplina del PCC para que pueda mediar en el caso.
Los altos miembros de la organización emplazaron a ambos para que arreglen su situación, presumen los investigadores.
Este hecho habría molestado a Ropero y supuestamente lo llevó a decretar la muerte de Marcos Rojas Mora.