09 jul. 2025

Atraen a jóvenes a la tradición del carrulim con nuevos ingredientes

Masivo. Cientos de botellitas con carrulim se podían ver en la mayoría de los puestos de venta del Mercado 4.

Masivo. Cientos de botellitas con carrulim se podían ver en la mayoría de los puestos de venta del Mercado 4.

Como una estrategia que apunta a que en nuestro país no se pierda la tradición de tomar carrulim (bebida a base de caña, ruda y limón) cada 1 de agosto para alejar la mala suerte, vendedores del Mercado 4 incluyen nuevos ingredientes que le dan más sabor, a fin de atraer a los jóvenes a esta costumbre auténticamente paraguaya.

Javier Torres, responsable de Tereré Literario, cuyo local fue habilitado oficialmente en la víspera, explicó que a los componentes habituales se les agregan indistintamente miel, guaviramí y anís estrellado, con lo que el brebaje adquiere un dulzor más fuerte que atenúa los efectos del alcohol en el gusto de la gente.

Torres informó que el pasado 23 de junio, la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), a través de la Resolución 632/19, declaró al carrulim como patrimonio cultural inmaterial del Paraguay y sus prácticas sociales inherentes, que se transmiten de generación en generación.

VENTAS. Las vendedoras ubicadas en el sector denominado Paseo de los Yuyos, en el Mercado 4, indicaron que este año se tuvo una disminución importante en la venta de la bebida, en una reducción que rondó el 50%.

Cristina Amarilla, una de las comerciantes del lugar, indicó que “muy pocos vienen a comprar. 50% bajó la venta. No sé si hay mucha competencia o es por el tema político. Pero estamos aquí, tratando de colocar nuestros productos”.

La mayoría de las personas que se dedican a preparar esta combinación de caña, ruda y limón desarrollan una suerte de márketing para que la elaboración tenga una salida efectiva.

En ese sentido, una de las medidas es cargar el líquido en pequeñas botellitas, cuyo costo es de G. 5.000. Luego agregan un rótulo en cada una de ellas, que ya lleva una marca o el nombre de la persona que lo prepara.

Entre los cientos de envases que se observaban en cada puesto de este centro de abastecimiento asunceno se pudieron ver denominaciones como carrulim Los Pequeños, Carmencita, Ña Cristina, Ña Simeona y otros, incluso con los números de teléfonos celulares para solicitar el envío a destinos cercanos.