El aspirado de un pito o silbato, de un grano de maíz y el atragantamiento por una pila pequeña fueron los procedimientos más atípicos -en un solo día- que los especialistas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram) realizaron para salvar la vida de tres niños de distintas edades.
Recientemente, la revista estadounidense Laryngoscope publicó una investigación sobre el uso de miel de abeja en atragantamientos con pilas para ayudar a reducir riesgos de lesión grave o muerte. Hasta el momento lo han probado en cerdos, especialistas locales aún no lo recomiendan, pues existe el riesgo de que la miel produzca botulimia, sepsis o alguna alergia grave a la miel, sobre todo en niños pequeños, advirtieron profesionales del Hospital de Clínicas.
Estas situaciones de atragantamiento son cada vez más frecuentes en la urgencia pediátrica, por lo que el Dr. Carlos Morínigo insta principalmente a los padres a cuidar de los chicos y los objetos diminutos que en un descuido pueden aspirar y bloquear sus bronquios.
Morínigo expone a través de sus redes sociales los casos más complejos de las aspiraciones de objetos que llegan al servicio del Ineram, detalla el daño que estos causan a los niños y el procedimiento realizado para salvar a los menores.
En un solo día, los especialistas vivieron horas muy estresantes, ‘‘un día atípico’’, como lo advirtió Morínigo, antes de detallar la cantidad de procedimientos en niños realizados hace unas semanas.
Uno de estos casos tuvo como afectado a un niño proveniente de Ciudad del Este, que presentó insuficiencia respiratoria y requirió intubación y terapia intensiva. Fue derivado al Ineram donde se observó un pulmón totalmente cerrado, se extrajo del pulmón izquierdo un grano de maíz que causó una neumonía grave. El procedimiento fue exitoso.
También se atendió a una niña de 1 año procedente de Limpio. La pequeña introdujo una pila en la boca, la misma se atascó en el esfinter esofágico superior. En el Ineram se constató que la pila ocasionó un severo daño al esófago por la corrosión, esto sucedió solo en 4 horas de la ingestión. Se logró extraer el objeto dejando importante lesión en el esófago.
El tercer caso atendido fue el de un niño de 9 años de Asunción que aspiró el pito o silbato de juguete, este elemento fue a incrustarse en el bronquio izquierdo ocasionando un proceso inflamatorio e infeccioso en el niño, con procedimiento exitoso.
Una semana antes, se produjo una situación similar, pero lastimosamente no tuvo un final feliz. Un niño de 4 años de edad se atragantó con un chupetín y falleció, en Tavaí, Departamento de Caazapá. El niño fue trasladado rápidamente por sus familiares hasta el centro de Salud de Tavaí, pero lamentablemente llegó sin signos de vida.
Ojo a los padres con el tema de dulces a niños. Caramelos y chupetines, no. No es necesario, no es saludable. Dr. Carlos Morínigo, neumólogo.