“Ismael Zambada García, o El Mayo, cofundador del Cártel, y Joaquín Guzmán López, hijo de su otro cofundador, fueron detenidos hoy en El Paso, Texas”, explicó en un comunicado el fiscal general Merrick Garland, quien calificó a este Cártel como “una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y poderosas del mundo”.
Ambos capos se enfrentan a “múltiples cargos en Estados Unidos por dirigir las operaciones delictivas del Cártel, incluidas sus mortíferas redes de fabricación y tráfico de fentanilo”, señaló Garland.
Joaquín Guzmán López es uno de los llamados Chapitos, los hijos del narcotraficante El Chapo Guzmán, quien fuera jefe del Cártel de Sinaloa y que cumple cadena perpetua en una cárcel estadounidense.
Tras la captura en enero de 2016 de El Chapo y su extradición a Estados Unidos al año siguiente, sus hijos se convirtieron en pieza clave de la organización delictiva. Uno de ellos, Ovidio Guzmán, fue entregado también a la justicia estadounidense en setiembre pasado.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Estados Unidos registró más de 107.000 muertes por sobredosis de drogas en 2023. El fentanilo representó alrededor del 70% de ellas.
Washington asegura que el fentanilo se fabrica a menudo con productos procedentes de China, y luego los narcotraficantes, especialmente el Cártel de Sinaloa, lo introducen de contrabando desde México a través de la frontera.
En febrero, un fiscal de Nueva York imputó por quinta vez a Zambada por los delitos de fabricación y distribución de fentanilo en EEUU. Además, la Fiscalía elevó la recompensa de USD 5 a 15 millones para quien proporcione información que conduzca a la detención de Zambada, información que pueden hacer llegar al Departamento de Justicia por teléfono, correo electrónico y hasta por redes sociales.