Méndez, quien llegó al hospital con síntomas de urgencia, no recibió atención inmediata debido a la ausencia de la médica de guardia. Ante la gravedad de su estado, los médicos presentes decidieron trasladarlo al Hospital de Itacurubí del Rosario. Sin embargo, al llegar al destino, el paciente ya no presentaba signos vitales.
El incidente generó una fuerte presión social que llevó a la renuncia del director del Hospital, el Dr. Armín Alvarenga, quien asumió la responsabilidad del hecho. En su lugar fue nombrado el Dr. Lucas Mello como nuevo director, un cambio que los manifestantes esperan sea el primer paso hacia la mejora en la calidad de atención médica.
La protesta no solo estuvo marcada por el reclamo de justicia, sino también por la demanda de una intervención del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Los manifestantes solicitaron una revisión integral de las condiciones y protocolos del hospital, enfatizando la necesidad de garantizar un sistema de salud que responda a las necesidades de la ciudadanía.
En paralelo, el Ministerio de Salud ha iniciado una investigación para determinar las causas del fallecimiento y las posibles responsabilidades. “Queremos justicia para Vidal y para todos los que dependen de este hospital. Esto no debe repetirse. La atención médica es un derecho, no un privilegio”, expresó un familiar durante la manifestación.
El caso ha puesto en evidencia las deficiencias en el sistema de salud en zonas rurales, donde la falta de recursos, personal y protocolos efectivos sigue costando vidas.
La viuda de Vidal Méndez, Jessica Detez, expresó su dolor y su desesperación durante una intervención en la que relató los angustiosos momentos previos a la muerte de su esposo. “Mi marido se despertó a la madrugada, se sentía mal, lo llevé al hospital en la moto, pero estaba todo cerrado. Golpeamos muchísimo y, después de un largo tiempo, abrieron las puertas. La médica de guardia no estaba. La situación se complicó y tuvimos que esperar mucho tiempo para que nos trasladaran a otro hospital, donde llegó sin signos vitales”, dijo entre lágrimas.
Este caso puso en evidencia las deficiencias en el sistema de atención del Hospital de General Aquino. Los familiares de la víctima siguen exigiendo Justicia y que el sistema de salud público se reforme para prevenir este tipo de tragedias.