El centro del debate sobre educación gira hoy en torno a la posibilidad de ir a clases presenciales desde el próximo 2 de marzo.
El primer punto es que la evidencia científica apunta a que si se toman todos los máximos recaudos, el riesgo de contagio es bajo o nulo. Lo otro es que las brechas aumentaron el año pasado sobre las poblaciones más vulnerables, aquellos que no tienen acceso a tecnología, sus familias no terminaron el colegio o que por razones económicas siempre están al borde de la exclusión escolar.
El titular de la Sociedad Paraguaya de Neumología, doctor José Fusillo, declaró en contacto con Monumental 1080 AM que es fundamental contar con puertas y ventanas abiertas en los salones, además de evitar el uso de aire acondicionado. En lugar del acondicionador, aconseja el uso de los ventiladores.
El especialista declaró que el peligro epidemiológico es alto, pero que si pueden tomarse todas las medidas de precaución hay posibilidades de asistir de manera presencial.
También tiene en cuenta lo que manifiestan organizaciones como la Unicef, sobre el alto costo que tuvo el cierre de las instituciones educativas en el 2020. “Hemos tenido una mala experiencia en educación a distancia que ha fracasado desde todos los aspectos”, aseguró el doctor.
Sobre el acondicionamiento de las salas de clase, su análisis es que deben contar con “ventanas y puertas abiertas, evitar el uso de aire acondicionado, disminuir el tiempo de clases”.
Otro punto importante y que no es tenido en cuenta por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) es un cambio de tapabocas durante la jornada escolar, tanto para los alumnos como para los docentes.
“El recambio de mascarillas, idealmente debe hacerse cada dos horas”, apuntó.
La distancia es igualmente un punto esencial para disminuir riesgos, donde los alumnos deben estar en una ideal separación de dos metros entre sí dentro del salón. Es por esta razón que se recomiendan los grupos burbuja hasta de un máximo de 15 alumnos por grado o curso. Eso sí, si el aula cuenta con un espacio estándar de un salón que es de seis metros de ancho por siete u ocho de largo.
MEDIDAS
Universidades, laboratorios y organismos internacionales desarrollaron diversos tipos de medidas, aplicaciones o marcadores de riesgo para calcular la vuelta a clases en todo el mundo.
Una de las aplicaciones es https://airborne.cam/, elaborada por la Universidad Tecnológica de Queensland en Australia, que permite realizar cálculos en línea sobre la posibilidad de contagios dependiendo de la ventilación, la cantidad de alumnos y si el docente presenta o presentó síntomas, por ejemplo. También la Unicef, en su versión en español cuenta con un documento denominado Regreso seguro a la escuela: Una guía práctica, que sirve para cualquier entidad educativa o ministerio.
En este informe, se pueden encontrar algunas cuestiones a tener en cuenta como el aumento de la cantidad de lavatorios para el lavado de manos en las instituciones educativas o la capacitación al personal de la escuela (ver infografía).
CRÍTICAS
Con respecto a las medidas para la vuelta segura a las aulas y las recomendaciones locales e internacionales, los docentes protestan justamente por la falta de condición de los establecimientos educativos.
“Al menos, el 50% de las instituciones no están en buen estado para arrancar el año, por eso pedimos ya la declaración de emergencia educativa. Esto implica aulas destechadas, sanitarios destruidos”, lamentó el dirigente de la Unión Nacional de Educadores (UNE), Eladio Benítez. Piden una mesa de trabajo para tratar el tema.