Latinoamérica pierde o desperdicia cada año 127 millones de toneladas de alimentos (223 kilos por habitante), mientras solo en EEUU la cifra ronda los 126 millones, un problema que ha escalado a la par del hambre creciente en el continente.
Datos de la ONU advierten que cada año en todo el mundo se pierden o se desperdician cerca de 1.300 millones de toneladas de comida, cantidad suficiente para alimentar a 2.000 millones de personas.
Y en Latinoamérica el contraste es alarmante: mientras más de 42 millones de personas pasan hambre, en la región se pierden o desperdician hasta 127 millones de toneladas de alimentos anualmente, dijo Sara Granados, asesora de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
EEUU, PRIMERO. Pese a que solo algunos países disponen de datos consolidados, se confirmó que Norteamérica reporta una de las cifras más altas del continente. La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), una organización regional que investiga el impacto de ese desperdicio, calcula que cada año en América del Norte dejan de llegar a la mesa 167 millones de toneladas de alimentos: 126 millones en EEUU, 28 millones en México y 13 millones en Canadá.
EEUU es posiblemente donde más se desperdicia, pues los consumidores tiran a la basura cada año más de 38 millones de toneladas de alimento, casi 170.000 veces lo que pesa la Estatua de la Libertad, en un país en el que 11,8% de familias afrontó hambre por lo menos una vez en 2017. Mientras en México, la CCA señala que la pérdida y despilfarro representa cerca del 35% de la producción, un volumen que serviría para alimentar a 7 millones de personas.
Entre los otros países que reportan datos, Colombia muestra una de las cifras más significativas, ya que pierde o desperdicia 9,76 millones de toneladas al año, es decir un 34% del total disponible. Le sigue Argentina, con 16 millones de toneladas de alimentos que dejan de consumirse (12,5%), de los cuales 14,5 millones corresponden a pérdidas y 1,5 millones a desperdicio (en el comercio y consumo), según el Gobierno.
Para Brasil, datos de 2013 apuntan a que de los 268,1 millones de toneladas disponibles, se perdieron unos 26,3 millones (10%) y se estima, además, que cada brasileño tira a la basura más de 40 kilos de comida al año.
La FAO valora un porcentaje similar en Uruguay, con una pérdida del 11%, lo que representa un millón de toneladas al año o 9,18 kilos por persona; mientras en República Dominicana se desperdician 1,1 millones de kilos de alimentos por semana, frente a 1,1 millones de personas que padecen hambre.
En tanto en Perú, el Banco de Alimentos estima que se desperdician entre 5 y 9 millones de toneladas al año; y en Bolivia, el banco de alimentos La Manzana Roja cifra en 1.800 las toneladas diarias perdidas (657.000 al año).
En Venezuela no hay un registro oficial, pero la Sociedad de Ingenieros Agrónomos (Sviaa) calcula que se pierde 18% de lo disponible para consumo, unas 78.000 toneladas mensuales.
El presidente de Sviaa, Saúl López, cree que la situación no es tan grave debido a la pérdida del poder adquisitivo del venezolano y a que los mayoristas están recogiendo todos los desperdicios de los alimentos perecederos.
CADENA DE PÉRDIDAS. América Latina es responsable del 20% de la cantidad global de alimentos que se pierden desde la poscosecha hasta antes del comercio minorista. Lo que más se pierde son frutas y hortalizas (55% de lo disponible), raíces y tubérculos (40%), pescados y mariscos (33%) y cereales (25%). Pero las razones son diferentes entre regiones. La ONU detectó que en los países de ingresos altos, como Canadá y EEUU, el problema se presenta especialmente en el comercio minorista y con los consumidores.
Mientras que en las regiones menos desarrolladas, como América Latina, las pérdidas se sitúan en la primera parte de la cadena de valor, que corresponde a producción, procesamiento, almacenamiento y transporte de los alimentos, explicó a Germán Sturzenegger, de la plataforma #SinDesperdicio del BID.
La FAO puso como ejemplo a Francia, que prohibió a los supermercados tirar los alimentos que no vendan, y a la Red de Gastronomía Social.
La empresa social Mboja’o de Paraguay ofrece también a restaurantes y empresas gastronómicas sus servicios para repartir los excedentes de alimento en comedores sociales.
La región pierde 20% de la comida
América Latina y el Caribe son responsables del 20% de la comida que se pierde en el mundo desde la cosecha hasta su llegada a los puestos de ventas, según un informe de la oficina regional de FAO. Centrándose solo en las pérdidas que ocurren en América Latina y el Caribe, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la región pierde el 12% de sus alimentos, inferior que el promedio global de 14%. A nivel de almacenamiento, prácticas inadecuadas generan una vida útil mucho más corta en algunos productos. “Un almacenamiento en frío adecuado puede ser crucial para evitar pérdidas cuantitativas y cualitativas de alimentos”, advierte la FAO. Durante el transporte, en tanto, una buena infraestructura física y una logística comercial son clave para evitar la pérdida de alimento, mientras que un adecuado procesamiento y envasado pueden desempeñar un papel importante en la conservación de los alimentos. AFP