02 jul. 2024

Aumenta la criminalidad por la debilidad del Estado paraguayo

Nuestro país se encuentra entre los cuatro países que lideran el crimen organizado a nivel mundial de acuerdo con un informe de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional. Somos, lo que un especialista ha denominado un verdadero “paraíso” para el crimen organizado. Esto no sería posible sin un Estado débil y si sus instituciones no fueran tan permeables. Lo más grave de los reportes es la afirmación de que la presencia de Paraguay en los mercados criminales está ligada a actores políticos con vínculos en el Estado.

Hace dos años nos sorprendía el Operativo A Ultranza Py puesto que nos mostró el altísimo nivel de permeabilidad del narcotráfico en las esferas del Estado. Aquel esquema que involucraba a traficantes, lavadores de dinero con empresas de fachada y que comprometía a políticos, funcionarios, proveedores del Estado, parlamentarios y hasta un pastor evangélico que blanqueaba capitales no ha quedado del todo impune, pero estamos lejos de haber logrado el completo desmantelamiento de la red mafiosa.

Los allanamientos nos acercaron al dinero sucio que solventa el lujo, así como a descubrir la participación del diputado colorado Juan Carlos Ozorio en el esquema, vinculado a los hermanos Miguel Insfrán y el pastor José Insfrán, quien blanqueaba capitales por medio de su congregación. Ozorio como presidente de la Cooperativa San Cristóbal permitía presuntamente poner en circulación el dinero del tráfico de drogas del clan Insfrán.

Otro de los involucrados es hoy senador de la República, Erico Galeano. Según el acta de imputación del Ministerio Público, el legislador había recibido USD 1 millón para la compra de un inmueble, se presume que ese dinero provendría de actividades ilícitas vinculadas al tráfico internacional de cocaína. Galeano fue vinculado con el caso A Ultranza, por posibles conexiones con lavado de dinero a raíz de que en uno de los allanamientos hallaron una boleta de la ANDE que estaba a su nombre y al verificarla se comprobó que la propiedad era suya, pero no la incluyó en su declaración jurada de bienes cuando asumió como legislador. Las investigaciones concluyeron que la propiedad sirvió para una simulación de compraventa, sin dejar constancia de que el verdadero propietario sería Miguel Insfrán, alias Tío Rico, considerado el líder de una banda de tráfico internacional de cocaína. Erico Galeano era diputado, en ese entonces, y luego fue electo senador en las elecciones de abril, y actualmente está imputado por presunto lavado de dinero y asociación criminal. Tras una serie de chicanas judiciales fue beneficiado con arresto domiciliario para que pueda sesionar en el Congreso Nacional.

El reciente informe de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional afirma que Paraguay es el cuarto país en todo el mundo que lidera el índice global de crimen organizado transnacional, encabezado por Birmania (Myanmar), Colombia y México. Este es coherente con la realidad antes descrita, pues como señala el sociólogo Carlos Peris, “todo en Paraguay es perfecto para el avance del crimen organizado” y menciona el territorio y nuestra debilidad institucional como el contexto ideal para ello. Para el experto, la geografía del país muestra un alto dinamismo con respecto al crimen organizado, por eso Paraguay es un lugar de tráfico de drogas, armas, contrabando, crímenes medioambientales y trata de personas. Otro motivo por el que aumenta la criminalidad en Paraguay es la debilidad del Estado, según el especialista, quien subraya que existe complicidad y desidia entre las autoridades y las instituciones.

“Al aumento y complejidad del crimen organizado se vio un Estado con poca capacidad de respuesta. Esto se debe, primordialmente, porque lo legal ha formado parte de las ilegalidades. Ya sea por complicidad o desidia, las autoridades y organismos de control se vieron proclives a favorecer a este país como uno propicio para el crimen organizado a gran escala”.

Estamos tocando fondo y si las autoridades, funcionarios, líderes políticos y económicos no accionan, muy pronto se verá afectado no solamente el sistema democrático, sino también nuestro territorio y nuestra soberanía.

Más contenido de esta sección
Un proyecto que buscaba modificar el Código Penal para evitar que los casos de corrupción prescriban en la Justicia fue rechazado por los diputados y enviado al archivo. Se buscaba endurecer las penas, ampliar el universo de tipos penales, extender plazos para la prescripción y endurecer criterios de medición de la pena para delitos de corrupción pública y privada, con énfasis en la corrupción cometida por funcionarios públicos. El rechazo de esta propuesta parece una verdadera declaración de intenciones.
Mientras el ex diputado colorado Juan Carlos Ozorio opera para obtener una medida sustitutiva a la prisión, la Cooperativa San Cristóbal, de la que fue presidente, siente las devastadoras consecuencias de haber sido una entidad a través de la cual, presuntamente, se puso en circulación el dinero proveniente del tráfico ilegal de drogas. Perdió la confianza y a miles de socios. Es un ejemplo de lo que les sucede a las instituciones cuando falta fiscalización. Si no mejoran los controles, este caso se volverá a repetir, con los mismos funestos resultados.
El hecho de que la mayoría oficialista del senado haya retrocedido en la barbaridad cometida cuando devolvió fueros a senadores previamente desaforados que están siendo investigados por la Fiscalía, puede verse como que enmendaron un error. Sin embargo, una acción que significó el atropello a la Constitución Nacional no debe quedar impune. Los 23 senadores que votaron por devolverle los fueros a Erico Galeano, Hernán Rivas y Rafael Filizzola, deben ser investigados, pues en un estado de derecho nadie está por encima de la ley.
Hace unos días, fue intervenida una estancia en Fuerte Olimpo, Alto Paraguay, y en el lugar fueron detenidas diez personas de cuyo poder incautaron fusiles AR47 y una avioneta Cessna, además descubrieron una pista clandestina que habría pertenecido a la estructura liderada por el supuesto narcotraficante uruguayo Sebastián Marset y al presunto líder de tráfico de drogas, Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico. Resulta insostenible la falta de control del espacio aéreo nacional, ante la impasividad o complicidad de las autoridades.
Aproximadamente, unos 1.300.000 niños y adolescentes paraguayos retornaron a clases en los establecimientos educativos públicos hace unos días, y el escenario que hallaron muchos de ellos ha sido el de una infraestructura deficiente y precariedades. A pesar de que la Constitución Nacional consagra el derecho a la educación, frente a la realidad a la que asistimos, parecen apenas palabras vacías de significado debido a la ceguera de nuestros líderes políticos para anteponer los intereses de la mayoría y apostar por el presente y el futuro del país.
El acceso de los niños a alimentos adecuados y saludables es esencial para garantizar su bienestar físico, intelectual y social. Los programas de alimentación escolar han formado parte de la política educativa desde hace más de un siglo y permanecen en la actualidad, independientemente del nivel de desarrollo de los países y de los ingresos de los hogares. Pero en todos los países el programa se ha planteado de manera integral y tiene alto consenso social. Paraguay no puede ser una excepción. Los cambios planteados solo generaron conflictividad, a la vez de que no garantizarán mejoras sustanciales.