El mercado laboral se suma a los sectores golpeados por la actual desaceleración económica. La Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (Dgeec) reportó que el desempleo abierto se ubicó en 6,9% en el primer trimestre del 2019, por encima del 5,6% registrado en los últimos tres meses del 2018.
De esta manera, el indicador corta la tendencia a la baja que mantuvo en el segundo semestre del año pasado, pues solo en el primer trimestre del 2018 se tuvo un nivel superior, de 7,4% (ver infografía).
La población femenina fue nuevamente la más perjudicada en cuanto a pérdida de puestos de trabajo, ya que este segmento soportó un índice de desocupación de 8,9% entre enero y marzo de 2019, frente al 5,5% experimentado por los hombres.
En la clasificación por áreas de residencia, las ciudades se destacaron por exhibir una tasa de desempleo superior al campo. La desocupación urbana se fijó en 7,6% y la rural, en 5,7%. Sin embargo, la brecha de género es más pronunciada en las zonas rurales del país, donde las mujeres están desocupadas en un 9,5% y los hombres, en 3,3%; en las áreas urbanas, estos índices se encuentran en 8,6% y 6,8%, respectivamente.
La tasa de subocupación por insuficiencia de tiempo de trabajo, por su parte, tuvo un repunte respecto al último trimestre del 2018 como al primero, al ubicarse en 7,2% en los primeros tres meses del 2019. En el área urbana, de 3,9% se incrementó a 5,8% y en el área rural, de 7,4% a 9,6%, en términos interanuales. Este indicador se refiere al porcentaje de la población ocupada que trabajó menos de 30 horas en los últimos 7 días, deseó trabajar más horas y estuvo disponible para hacerlo, explica la Dgeec.
Menos consumo. El aumento del desempleo observado en el primer trimestre del 2019 coincide con la caída de la mayoría de los indicadores de consumo calculados por el Banco Central del Paraguay (BCP). En marzo pasado, la merma de la actividad comercial estuvo encabezada por el sector de venta de vehículos, con un desempeño 16,6% inferior al reportado en el mismo periodo del 2018 (ver infografía).
Los siguientes rubros con mayores niveles de retroceso fueron la venta de combustibles (-12,3%), en los supermercados y distribuidoras (-9,7%) y materiales de construcción (-8,3%). En total, el Estimador de Cifras de Negocios (ECN) reportó una caída de -7,6%.
Al cierre del primer trimestre del 2018, este indicador registraba un aumento de 4,7% y las ventas en supermercados demostraban el comportamiento más vigoroso, con un aumento de 14,3% en su nivel de actividad; solo los materiales de construcción atravesaban por un bajón en sus ventas, de -8%.
La tormenta perfecta. Los desalentadores resultados que arrojó la actividad económica en el inicio del 2019 (ver infografía) lleva a los analistas a recalcular sus proyecciones para el cierre del año. Firmas como Dende y Basanomics anunciaron que probablemente ajustarán a menos del 3% sus pronósticos de expansión del producto interno bruto (PIB), estimaciones que quedarán por debajo del 3,2% pronunciado por el BCP.
Por otro lado, es probable que para el cierre de este mes se sume la inflación, pues la suba de los combustibles y del pasaje de transporte público representan presiones al alza en los precios de la canasta básica, que ya venía experimentando los efectos de la apreciación del dólar.
El Gobierno también aporta su cuota de desaliento, con una baja ejecución presupuestaria y escasas señales de medidas anticíclicas que puedan ayudar a enfrentar el bajón del sector agropecuario. Hasta abril pasado, instituciones como el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y el de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) ejecutaron apenas el 11% y el 12% de sus respectivos presupuestos.