09 jul. 2025

Aumentó más del 20% la importación de hortalizas

La dependencia de hortalizas aumentó en enero pasado 20,3% con relación al arranque del 2021. Para los pequeños productores es la evidencia de falta de políticas públicas que apunten a la tecnificación y planificación de los cultivos, así como la desprotección de su comercialización en el mercado local.

En total ingresaron al país de forma legal 16.703 toneladas de hortalizas en el primer mes del 2022. Entre los productos más sensibles se encuentra el tomate, que con 3.300 toneladas duplicó la cantidad que entró en enero del año pasado, mientras que la cebolla extranjera creció 2,1%, con 5.090 toneladas, de acuerdo con los datos proveídos por el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), institución que otorga los permisos fitosanitarios.

Con relación al locote verde, la zanahoria y la lechuga, la situación es aún más grave, ya que en el 2021 no necesitamos importar y, sin embargo, el mes pasado se compraron desde los países vecinos 188, 594 y 20 toneladas, respectivamente. La papa, en cambio, tuvo una ligera disminución en volumen, con casi 4.725 toneladas.

En cuanto a los frutos frescos, según el Senave se importaron 7.782 toneladas, 4,2% más que enero del 2021.

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Reclamo. Para los pequeños productores es grave este comportamiento, atendiendo a que muchas de las casi 30 hortalizas importadas se cultivan en el país y su participación en el consumo podría crecer con políticas públicas.

Arnaldo Ayala, dirigente de la Federación Nacional Campesina en Central, uno de los departamentos con mayor superficie de hortalizas, dijo que con este volumen importado se demuestra la ausencia de apoyo en infraestructura, como sistema de riego o invernaderos, pero también la falta de planificación de la producción para determinar cuáles son los rubros más demandados y en qué cantidad, de manera a evitar la superproducción y, al mismo tiempo, garantizar la provisión continua, prescindiendo de la importación.

La buena producción también debe ser acompañada de una protección en el mercado, consideró Ayala. Se refirió a los problemas de comercialización que encuentran los horticultores al momento de la cosecha, cuando pierden competitividad frente a los cultivos importados o de contrabando. Estos reclamos serán incorporados a las demandas de la FNC en la movilización prolongada desde el próximo 28 de febrero.